Trust - Kim (+18)

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N/A: PERDÓN POR CUALQUIER ERROR. MI CEREBRO ESTÁ EN ESTADO VEGETATIVO.

Tal vez la siguiente actualización me tome un poco más. Conforme avanza la historia pienso explorar temas más sensibles y serios, por lo tanto no quiero apresurarme.

Este capítulo probablemente lo editaré en un futuro cercano y les haré saber para que vuelvan a leerlo.

Gracias por pasar. Por todo su amor y sus comentarios. Me animan mucho a continuar.

Bienvenidos. Espero que les guste.

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Desde el lunes, Porchay estuvo quejándose de sus tareas escolares. Había dormido mal, comido a deshoras y no había pasado tanto tiempo con Kim como solían hacer. Esa semana Kim faltó varios días a clase y en casa tampoco lo vio demasiado debido al trabajo con la familia. Y aunque lo veía todas las noches le extrañaba diariamente más de lo que le gustaría.

Estaba agotado. Quería dormir dos días seguidos acurrucado a su lado, desconectarse del mundo y las responsabilidades de la universidad y renovar su energía para comenzar con éxito la siguiente semana.

Ya era sábado y desde la mañana no había podido dejar de lloriquear. Despertó mucho antes de lo que le habría gustado porque de lo contrario no tendría tiempo de terminar, el desayuno ese día no le pareció delicioso y una vez más, Kim anunció que tenía que marcharse.

Porchay sentía que le devoraba el tiempo, las responsabilidades y un poco también la reciente soledad a la que rápidamente se había desacostumbrado. De cualquier modo no se consideraba ambicioso, su único plan era terminar sus tareas lo antes posible, ir a la cama temprano y descansar todo el domingo sin tener que lidiar con el estrés de los deberes incompletos.

Con lagrimillas en los ojos bostezó largamente abriendo la boca en su máxima capacidad. El anochecer ya se mostraba a través del ventanal de la antesala. Las luces amarillas estaban encendidas a media intensidad y él sentado en el piso frente a la mesa de centro en la que estaban desperdigados sus libretas, libros y lápices.

Hizo un puchero recordando cómo esa mañana, Kim le había ayudado explicándole un poco de teoría musical acerca del desarrollo y metodología de análisis y composición de melodías mientras él le escuchaba maravillado. Disfrutó mucho la forma en la que Kim se expresaba y la paciencia con la que, en voz baja y profunda, le repitió todos los detalles que no alcanzó a entender la primera vez.

Suspiró. Lo extrañaba, ya que luego de su corta sesión de estudio, en lugar de comer en él, Kim se despidió diciendo que debía atender un par de citas a petición de su padre, y había desaparecido largas horas. Miró el reloj circular que prendía del centro de la pared. Ya casi eran las 8 pm, y justo cuando empezaba a considerar ir a ver a Tankhun para pasar el rato, la puerta se abrió dando paso al objeto de sus pensamientos.

-Hey... -Le dijo Kim desapasionadamente ingresando al lugar. -¿Sigues ocupado? -Le preguntó a la par que se desabotonaba la camisa de vestir blanca con una mano. Botón a botón descubriendo la camiseta interior de cuello v que llevaba debajo.

-Me quiero morir... -Musitó dejándose caer sobre la mesa de café. -Todavía tengo que preparar una melodía de tres acordes en violín. -Hizo un puchero. Los pasos de Kim aproximándose hasta llegar a él y revolver su cabello tranquilizadoramente.

-No es tan difícil. -Se sentó en el sofá detrás de ellos. -Mañana estaré libre todo el día y puedo ayudarte. -Acarició su nuca con la yema de los dedos provocándole un escalofrío que lo recorrió entero. Cerró los ojos. El tacto de Kim era electrizante. Podía sentir en sus extremidades la reacción química que estallaba en su cerebro cada vez que sus pieles se encontraban. -Trata de descansar. -Susurró terminando de sacarse la camisa, aventándola en el extremo opuesto de la superficie de la mesa en la que Chay había estado trabajando.

¿Te Conozco? (KimChay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora