Balto Encuentra Un Harem- Vol. 2, (segunda temporada).

Capitulo 36, Malos Presentimientos.

Rita: Es muy, muy difícil para mí, el decirte lo que siento, pero a la vez, así como esto me pone terriblemente nerviosa, también me pone muy feliz, ya que pese a que pueda ser un poco extraño, a la vez también es muy necesario que lo haga, por supuestamente que lo es, para mí, eres el hombre a quien yo siempre soñe, ojalá lo puedas ver, de la misma forma en que yo lo hago, porque desde el día en que te conocí, puedo decir con toda seguridad que siempre serás, el tierno, encantador, caballeroso y apuesto can, mitad perro, y mitad lobo, a quien yo le entregué sin problemas, mi corazón, tu y nadie más que tú Balto, eres y siempre serás el único y verdadero amor, con quién yo quiero estar, no tengo ninguna duda de ello, y si tú aceptas estar conmigo, entonces yo haré todo lo posible para que tú seas siempre feliz a mi lado.

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Después de lo que fue una grandísima tortuga audiovisuales para Georgette, la cercanía de Balto con Rita, por fin se cortó, por fin se detuvo la gran tortura que fue para ella, el solo tener que ver, como Balto abrazaba y recibía besos de ella. Por un momento, oh bueno, aún Georgette tenía en su interior, unas ganas horribles de correr hacia ella y ahorcarla hasta la muerte, pero fue su mente y su sentido de sensatez, los que le dijeron que no lo hiciera, claro que al final lograron evitar que Georgette cometiera una acción de la que más tarde podría arrepentirse, aunque eso no logro hacer en lo mínimo, que Balto le dejara para siempre a Rita, puesto que ella tampoco quería eso para su futura relación con Balto, teniendo en cuenta, que Rita ya dabar, sorprendente por seguro que el iba a ser de ella y de nadie más.

Pero lo más importante de todo ello, fue que Balto, por fin había acabado de presentar a Rita, de manera que afortunadamente para Georgette, la tortura de la vista por fin acabo, pero desgraciadamente para ella, cometió el grave error de creer por tanto, que después de Rita, lo peor ya había pasado.

Pero cuan equivocada estaba.

Después de Rita, tanto Georgette que el resto de chicas que ya habían pasado, ya habían sido de entrada, suficiente problema para todos, problema con el claro, Georgette poco nada se imaginaba que Balto iba a seguir y seguir siendo abordada por más chicas.

Jenna, Jade, Angel, Aleu, Dixie. M, Dixie, Faline, Georgette, Kate, Lilly, Kiara, Vitani, Nala, Rain entré otras chicas, habian pasado todas por igual, y de estár completamente avergonzadas, sintiendose ahora, muy, pero muy incómodas en su entorno, que claro, no era al final, más que una casa simple, pero fue la presencia de Lady, ¡Oh no!, Lo que ahora sí las termino de fregar a todas, después de lo ocurrido, fue cierto que Lady yá no les guardaba rencor alguno, oh bueno, al menos eso era lo que ella quería aparentar, dado que su objetivo era por supuesto, sobre salir de manera positiva para Balto, por quién ella estaba en realidad, más que dispuesta a olvidar todos los daños, golpes y heridasy, que le habían producido el grupo de chicas restantes.

Rita ya no iba a ser la que Balto saludara y se presentará ante la hermana de Balto, no sería otra, sino nada más y nada menos, que la misma chica quedo así por todo cuanto parece una especie de mala broma, ciertamente no lo era, en realidad no lo era en lo mas mínimo.

Después del desastre que fue toda aquella pelea entre todas, a lo que de echo, fue algo que nadie podría recordar, oh bueno al menos así era como la gran mayoría preferiría verlo, luego de aquella reunión, que fue terriblemente breve, se terminó cerrando la sesión, para dar paso a una fiesta salvaje, pero de golpes, en la que al final, no iban a negarlo, Lady participo, pero que al final no se iba a poder negar tampoco que ella si que fue golpeada de una horrible manera.

Pero...¿Por qué se menciona a Lady, si ya había sido su turno?

Bueno la respuesta en realidad era muy simple, solo se trataba de la recientemente adquirida furia de Sasha Le Fleur, porque ella era la única, que no pensaba quedarse nunca con la culpa que siempre le han querido recordar, pero que ya había tenido suficiente de eso.