Balto Encuentra Un Harem- Vol. 2, (segunda temporada).

Capitulo 49, Tenemos Que Confesar.

Finalmente paso, y no hubo manera alguna, en que ellos hubieran podido evitarlo, ya no habia, a donde mas pudieran huir, se sentian acorralados, o bueno, al menos, asi se sentia Kaltag, al menos asi se sentian el y Star, pero Balto desde luego, que no se iba a apurar mucho, en buscar una forma, de hacer que confesaran, porque aun no tenian ni idea, ni el, ni las chicas, pero mientras Kaltag y Star querian confesar, la prima, de Kaltag, Thalia, junto a Dixie y Sylvie, ellas por otro lado, solo querian huir, era lo unico en lo que pensaban, y temian en serio, por que Balto pudiera descubrirlos, temian porque el pudiera descubrirlas a ella, en serio, por el momento, ese se habia convertido en su mayor temor, y no sabrian como actuar, si Balto se daba cuenta de que en efecto, jamas alcanzo a leer las cartas. Por culpa de ellos.

Pero al menos, Dixie y Sylvie, yacian, de repente, solas, no tenian manera alguna de saber, si acaso Kaltag estaba pensando en delatarlas a ambas, y no solo a ellas, sino tambien a su prima Thalia, ahora si que las dos ex amigas de Jenna, habian sentido un autentico terror, y no querian en serio, ser descubiertas, sin emabrgo, habian un punto, en el que en cierto modo, ellas podian usar completamente a su favor, en el caso de ellas, estaban mas que seguras, de que por pura logica, mientras ellas no dijeran nada, Balto nunca lo sabria, y estarian bien, ese era desde luego, el mayor punto de confianza para Dixie, Sylvie y Thalia, quienes se habrian sentido, desde luego, algo mas que solo confiadas, de no haber sido por un pequeño detalle. Las tres conocian muy bien a Kaltag, y ahora vivian con el miedo, de que el pudiera llegar a abrir la boca en algun momento, para asi delatarla, y hacerlas quedar a ellas, como las malas de la historia.

Y en efecto, ese fue el problema, al final y al cabo, un problema, que ellas no podian evitar. Un problema que solo se puso peor, cuando Balto por su parte reconocio que si le habian llegado cartas, pero que no habia tenido tiempo para leerlas, y para acabarla de agregar a la situacion, Boris y Stella, confirmaron de inmediato, que en efecto, si le habian estado llegando cartas a Balto.

Esto solo acabo por hacer mas confuso el asunto. Mas de lo que ya era, un asunto terriblemente confuso, que Balto sabia muy bien, que no le iba a ser, nada facil, poder manejarlo, pero tenia otra opcion, tuvo que preguntar a sus padres, en busca de ayuda, y ellos, desde luego, que terminaron diciendo lo antes mencionado.

Balto al final, supo que si le habian llegado muchas cartas para el. Pero que por lo visto, nunca llegó a abrirlas, porque antes, todas estas habían desaparecido, es decir, Balto ahora las recordaban perfectamente, el las recordaba más que bien, el las recordaba claramente, a Balto si le habían llegado cartas, pero por lo visto, había estado tan centrado en otros asuntos de su vida, que no se preocupó por leer esas cartas que solo las dejo amontonarse así, sin decir ya nada más. Sin embargo, eso nunca significó, que el no pensaba leerlas nunca, sino que el había decidido esperarse un momento en paz y tranquilidad que el pudiera llegar a tener, para solo entonces, ahora sí ponerse a leer las cartas, pero ahora, eso terminó siendo, solo para darse cuenta, de que se las habían estado llevando de su casa. Lo cual, ahora era un gran misterio para todos, tanto pará el, como para todos las demás chicas, ahora Balto se sentía confundido, ¿Que había pasado con esas cartas?, Era la gran duda que ahora tenía Balto, pero no se le ocurría una respuesta, y lo mismo pasaba en cierto modo con sus amigas, a las que también les lleno de decepción, no hacia Balto, sino a las circunstancias, el echo de que alguien se hubiera podido encargar de hacer desaparecer las cartas, que con tanto amor, y tanto trabajo, habían escrito pará Balto, sin duda alguna, esto era un gran misterio, pero Balto estaba dispuesto a resolverlo.

Dixie. M: No lo comprendo Balto, ¿Quien pudo haber tomado todas nuestras cartas?

Rita: Y además, llevárselas y luego esfumarse sin dejar rastro.

Balto: Les juro que no lo sé, yo solo estaba esperando un momento, en el que ya fueran suficientes cartas para abrirlas, y luego ahora yo también me encuentro con que ya no estaban.