Más de media noche | Tom Hiddleston

CAPITULO 09

TOM

El flash hace impacto en mis ojos pero no los cierro, no quiero salir mal en la foto, probablemente sea portada de alguna revista o que se yo, odio esta mierda, el que si lo disfruta es Sebastian el cual posa ante las cámaras que lo iluminan.

Sigo con mi camino hasta entrar al salón iluminado por los candelabros que cuelgan del techo, todo esta espectacular a pesar de que fue organizado con poco tiempo.

Avanzo solo un poco más y quiero regresarme cuando veo a mis padres caminar hasta mi, Dios, líbrame de esta.

—Hola mi amor— mi madre Deja un beso en mi mejilla.

—Hola mamá, papá.

—¿Y tu acompañante Tom?— me pregunta mi padre.

—En algún lugar del mundo.

—Hijo, no puedes seguir así, ya van cinco años que estás solo, deberías darte una oportunidad con alguien— me aconseja mi madre.

—No me interesa por ahora.

—Hijo, deseamos verte enamorado de nuevo y sobre todo, deseamos una nieta— habla mi papá.

—Papá, ya tienen tres nietos.

—Si, pero no una pequeña niña que sea nuestra consentida, y tenemos la esperanza de que tu seas quien nos de esa nieta.

—¿Y si es Niño?

—Pues lo vamos a querer igual, y luego harás otro intento para que sea Niña— insiste mi mamá.

Suelto una risa y dejo un beso en su frente.

—Te amo, los amo, pero no sueñen tanto por favor— me separo de mi madre —Iré a saludar a los socios.

—Piénsalo amor, por favor.

No contesto nada, solo me alejo de ellos.

Si quiero una familia, pero no con cualquier mujer, tengo muy claro con quien desearía estar el resto de mi vida, aunque si me quedo esperando, lo más probable es que muera solo, con muchos perros.

Pero por otro lado tal vez tienen razón, sobre darme una oportunidad de tener una relación seria, aunque se que no funcionaría, ninguna relación funcionaría bien si alguien está enamorado de otra persona.

Trato de no pensar en eso esta noche y me concentro en saludar a todas las personas invitadas, los socios son a los primeros que saludo y ya luego me paso con clientes, cuando estoy hablando con los más importantes, veo venir a Sebastian, pero al verme se regresa, ¿que demonios le pasa?

Esta así desde el viernes en la noche, se supone que cenaríamos juntos en mi casa para ahogar nuestras penas, más bien las mías, hasta iba a pasar a comprarme mis fresas cubiertas con chocolate blanco pero nunca llego, cuando le llame solo dijo que tuvo un contratiempo y que ya iba a mi casa, luego volvió a llamarme diciendo que no iba a ir, desde esa noche me ha evitado.

Me disculpo con la familia y voy detrás de mi amigo.

—Sebastian— lo llamo, deja de caminar.

Se gira para mirarme —¿Que pasa?

—¿Que te pasa a ti?, me evitas— frunce el ceño.

—¿Yo?— niega —No, no lo hago, deliras.

—¿Se te olvida que soy tu mejor amigo?, se cuando tienes algo, ¿que te pasa?

—Nada, no me pasa nada.

—Seb...

—Tom, juro que no me pasa nada, iré a saludar a los Johnson— se va sin dejarme detenerlo.