Más de media noche | Tom Hiddleston

CAPITULO 42

ANNE

No dejo de observar a Tom, pensando en lo que haremos en cuanto entremos a casa, es por eso que soy la primera en bajar del auto cuando por fin llegamos.

Hoy es mi cumpleaños, el mejor de todos, Tom está conmigo, por fin hubo una cena tranquila con mi papá en la misma mesa que mi prometido, a excepción de cuando mencionó si no estaba ebria cuando le dije a Tom que si, pero aún así fue una buena cena, y ademas, se ofreció a cuidar a Lu esta noche.

Así que todo es Perfecto y lo será aún más en unos minutos.

En cuanto Tom cierra la puerta de la casa yo me cuelgo de su cuello y comienzo a besarlo, me toma de la cintura y el beso se profundiza.

—Creo que es un buen momento para que veas la ropa interior que tengo puesta— bajo mis besos a su cuello.

—Me encantaría— alza su cabeza para que pueda besarlo mejor —Pero...— me empuja cuidadosamente —Tengo que organizar unos papeles, será rápido, lo prometo.

—¿Que?, pero es mi cumpleaños, dijiste que no trabajarías— hago un puchero.

—Lo se, pero no es trabajo, amor— no deja de mirar cada parte de mi rostro mientras acomoda mi cabello —Es algo de Sebastian.

—¿Y no puede esperar?, mañana es sábado.

Niega —Es algo sumamente importante, solo acomodo los papeles y voy a la habitación.

—Okay— me alejo —Pero apresúrate.

—Lo haré— deja un beso en mi frente.

Lo observo ir a su oficina, cuando desaparece de mi vista, me quito el abrigo y recojo las llaves que se le habían caído.

Voy a subir a la habitación, pero prefiero esperar a Tom, tal vez podemos hacerlo en su oficina, no lo hemos hecho en esta.

Cuando aparezco en la habitación decorada al gusto de Tom, lo encuentro acomodando algunos papeles en una carpeta, me da una mirada rápida.

—Ya voy cariño.

—Está bien, puedo esperarte— me acerco, disimuladamente trato de leer los papeles que acomoda —¿Y por que son tan importantes?

—¿Que cosa?

Me siento en la orilla del escritorio —Los papeles, acabas de decirle a tu prometida que espere en su cumpleaños, por esos papeles.

—Son importantes para Sebastian, los llevará mañana muy temprano a...a donde tiene que llevarlos— me mira sonriente —Y yo lo acompañaré, serán solo unas cuantas horas.

—¿Me engañas con Sebastian?— ríe —Lo preguntó muy enserio— continúa con lo que estaba haciendo y yo sonrío.

—Sabes que es como mi hermano.

—Lo se, está bien por mi, lo quiero, y creo que no le molestaría que yo supiera lo que harán— trato de persuadirlo.

—El quiere mantener esto en secreto hasta que esté seguro de que podría hacerse realidad.

Me bajo del escritorio y camino hasta quedar a un lado de Tom, dejo un beso en mejilla, empujo la silla hacia atrás h me siento en su regazo.

—Ya que hablamos de secretos hasta que se hagan realidad...— juego con los botones de su camisa —Te tengo un regalo.

—Lo se mi amor, te juro que ya casi acabo con esto y...

—No, no es eso enfermo, siempre estás pensando en sexo— alza ambas cejas —¿Que?