Más de media noche | Tom Hiddleston

CAPITULO 15

ANNE

Tomo la pastilla para calmar el dolor de espalda baja que tengo, es insoportable, jamás me han dado cólicos cuando estoy en mis días, pero el dolor de espalda si que es mi peor enemigo.

Bufo arqueándome un poco, miro a Sofia entrar a la cocina, me mira con diversión.

—¿Que haces?— pregunta sacando la jarra con jugo.

—Tratando de que no me duela la espalda— me enderezo.

—¿Por que estás arreglada?, ¿a donde vas?— muerdo mi mejilla interior —Anne...

—Llevaré a Lu con Sebastián— sus ojos me penetran intensamente.

—¿Que?

—Él dijo que quiere conocerla, como su tío u todo eso.

—¿Y tu aceptaste?

—Pues si, estaba emocionado, no podía decirle que no.

—¿Solo porque estaba emocionado?— me encojo en hombros.

—Tiene insistiéndome varios días, de verdad la quiere conocer, ¿por que no vienes con nosotras?

—No, gracias.

—¿No lo quieres ver?

—Saldré con Ashley.

—Okay, si cambias de opinión, me llamas y llegas a donde estemos— asiente, me acerco a ella y dejo un beso en su mejilla —¿Segura que no quieres ir?

—Si, estaré con Ashley— recargo mi barbilla en su hombro.

—¿No quieres ver a Seb?— inquiero tratando de evitar la sonrisa que se forma en mi rostro.

—Anne ya— sonrío más —Anne...

—No estoy diciendo nada— me mira, nuestros rostros están muy cerca.

—Se lo que piensas, puedo leer tu mente— río y me separo de ella.

—Okay, Adios, te amo.

—Aja.

Salgo sonriendo de la cocina, voy directo a la habitación de Lu, ella ya está lista.

La ayudo con su mochila, sale corriendo para despedirse de Sofia, unos minutos después ya estamos camino al parque en el que quede de verme con Sebastian.

Ya tenía días preguntando cuando podría ver a Lu, llevarla al parque o a comer, me insistió tanto que no me quedó de otra más que aceptar, ademas, no es una mala idea, van a conocerse, ella tendrá un tío.

El parque no está lejos de mi edifico así que no tardamos en llegar, juntas caminamos de la mano hasta ver a Seb sentado en una banca mirando a los niños jugar.

—Recuerda ser amable, educada y portarte bien cariño— le recuerdo.

—Ya lo se mami.

—El es tu tío Sebastian, el hombre que vimos el otro día en el súper.

—¿El de la pizza?— asiento —¿Es mi tío?, ¿cómo mi tía Sofi?

—Si, él es...como él hermano de tu papá— sonríe ampliamente.

—¡¿De verdad?!— asiento, me suelta la mano y sale corriendo hasta el ojiazul.

—¡Lucille!

—¡Tio Sebastian!— él la mira y sonríe.

—Hola linda, ¿cómo estás?—  llego hasta ellos.

—Bien, ¿y tu?

—Bien también, ¿puedo cargarte?— le pregunta.