CAPITULO 40

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TOM

Cierro la carpeta frente a mi, suelto un suspiro cansado, no dormí mucho anoche, Anne tiene tres días dando vueltas por la casa todas las noches y yo estoy despierto, con ella.

Discutió con Sofia, y eso es lo que la ha tenido inquieta, y a mi me tiene así el que Elizabeth se haya atrevido a ponerle la mano encima, algo que ya solucione, con una orden de restricción.

Se que Anne fue la que la buscó, pero Elizabeth tiró el primer golpe y aunque no estoy de acuerdo en que hayan llegado al extremos de terminar en la estación, siempre apoyaré a Anne.

Ella estaba defendiéndonos, yo haría lo mismos por ella.

Tomo mi celular para llamarla, pero recuerdo que se durmió a las cuatro de la mañana así que desisto, mejor que descanse.

—Hola hermano— Sebastián entra sin tocar.

—Hola, ¿y este milagro divino?— ríe.

—¿Que?

—Siempre estás fuera del banco, jamás te encuentro en tu oficina— se sienta.

—Es lo que vengo a hablar contigo— parece muy serio —Necesito tu ayuda.

Enderezo mi espalda y entrelazo mis manos sobre el escritorio.

—Dime.

—He estado visitando a Eliot en el orfanato, he pasado mucho tiempo junto a él y...creo que quiero adoptarlo— debo admitir que me sorprende.

Se que el anhela ser padre, pero aún así, me sorprende que en este tiempo que ha estado desparecido, haya estado con Eliot.

—¿Crees?

—No, yo quiero adoptarlo, fue una decisión algo difícil de tomar, pero se que lo quiero, yo se que seré un buen padre para el.

Sonrío —De eso no tengo duda, yo te apoyo, si estás seguro de esto, tendrás todo mi apoyo.

—Gracias, aunque se que será difícil, he estado investigando y se que sin un acts de matrimonio será más complicado.

—No importa, moveremos todas nuestras influencias, tienes una excelente solvencia económica, eres casi tu propio jefe considerando que no me haces caso, eres el indicado para eso.

—Eso espero, quiero que veas como nos llevamos Eliot y yo, de verdad me adora— me cuenta emocionado.

—Me imagino, es un Niño hermoso y con un ángel increíble, no he tenido tiempo de visitarlo, la vida de padre de familia me consume— hace una mueca y yo suelto una carcajada —Pero tú no tienes una mujer que se pelea con tu ex y se la llevan presa— me pongo de pie —Así que no te espantes.

—Anne es todo un caso.

—Vamos a comer, te invito y me cuentas más sobre Eliot.

Salimos de la oficina, en el elevador le cuento nuevamente cómo es que Anne estuvo detenida, aún no puedo superarlo, cuando me lo contó pensé que era una broma, fingí estar molesto aunque en realidad me sentía orgulloso de que fue a defendernos, pero igual, fue un poco inmaduro.

—Señor Stan— La receptionista llama a mi amigo.

—¿Si?— nos detenemos.

—Una chica vino a buscarlo.

—¿Una chica?

—Si, le dije que no atendía sin cita, luego le pedi un momento para ver si estaba disponible y cuando voltee ya no estaba— el me mira y yo hago un gesto de no saber nada.

Más de media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora