ANNE
Miro el anillo que adorna mi dedo mientras pienso en que hace poco todo era felicidad, solo hablaba de la boda, con Tom de nuestro bebé que viene en camino y de lo maravilloso que fue el cumpleaños de nuestra hija, y ahora no está aquí, no está con nosotros.
Tengo dos días comiendo a fuerza, solo por el bebe que tengo en el vientre, pero en realidad no tengo ganas de nada, solo quiero tener a mi hija aquí conmigo y pedirle perdón por haber sido descuidada.
Ahora mismo estoy sola en la habitación del hospital, le dije a mi papá que fuera a traerme algo de beber, aunque en realidad quiero llorar sola, sin que nadie esté consolándome y repitiendo que todo estará bien.
Toques en la puerta me hacen salir del trance, sorbo mi nariz y limpio mis lágrimas antes de permitir que entren.
Es un detective.
—Señora Hiddleston— me llaman así aunque no estoy casada con Tom todavía.
—Buenos días, ¿tienen noticias de mi hija?
Niega —Vengo a insistir, en que recuerde un poco más sobre el accidente.
—Es que no puedo— como tampoco puedo controlar las lágrimas que salen por si solas.
—Concéntrese, se que es difícil recordar, pero es importante, no le mentiré, en este punto es claro que alguien tiene a su hija— desvío la mirada al suelo blanco —Y es importante si miro algo sospechoso ese día, minutos antes del accidente.
—No— lo miro —No me seguía ningún auto, no había nada malo, yo...— recuerdo, recuerdo el segundo antes de ir contra el árbol.
—¿Señora?
—Recuerdo que...me salí del camino porque el vidrio del parabrisas se rompió.
—¿Se rompió?
—Algo golpeó contra el y luego yo me descontrole.
—¿Como una roca?— asiento.
—Alguien...alguien lo hizo— creo que me está soltando respirar —Entonces alguien quería llevársela y...
—Tranquila, tranquila.
—¡¿Como quiere que esté tranquila si alguien quería llevarse a mi hija?!— pulsa el botón para que venga una enfermera —¡No necesito un sedante, solo quiero a mi hija!
Lucho para no estar sedada otra vez, y cuando estoy por quedarme dormida, miro a Tom en la habitación, murmuro su nombre solo para mi y ya no puedo más.
Siempre pensé que las personas que dormían mediante sedantes, no soñaban, que dormían así sin más, pero ahora puedo comprobar que no, ¿tal vez sea yo la excepción?, y es que en mis sueños solo veo el accidente, no escucho nada, solo lo veo en cámara lenta, y luego el rostro de mi hija, sus ojos azules, sus cachetes.
Esta gritándome, me grita con todas sus fuerzas y por mas que intento no puedo acercarme a ella, entonces comienzo a llorar.
Abro los ojos, siento las mejillas mojadas, mi papá está a mi lado, acaricia mi cabeza con delicadeza, se ve preocupado.
—Princesa...
—Quiero a mi hija aquí papá...— sollozo, no tarda en abrazarme.
—Volverá, la tendremos pronto con nosotros, te lo aseguro— lloro en su pecho.
—¿Y Sofia?
—Está afuera, hablando con el Coronel.
—¿Por que?, ¿hay alguna noticia?

ESTÁS LEYENDO
Más de media noche | Tom Hiddleston
FanfictionLos amores se van, los años pasan, personas se superan y otras nuevas llegan a tu vida, personas que te alegran todos los días y que sabes que siempre te van a amar. "Después de la tormenta viene la calma", es la frase que escuchaba Anne después de...