Más de media noche | Tom Hiddleston

CAPITULO 31

ANNE

Cierro la maleta de Lucille pensando en si no se me olvidó echar algo, no, está todo listo, si vestido para navidad, la pijama que usaremos en conjunto el veinticinco en la mañana, todo a la perfección.

—Mami...— mi hija entra corriendo a su habitación —Llegó papá, está en la sala con mi abue.

—¿Están solos?— asiente sonriente —¿Y tu tía Sofia?

—Hablando por celular con Ashley, en su habitación— me informa.

—Ve con ellos amor, ya voy, No los dejes solos— sale corriendo.

Bajo la maleta de la cama y la jalo al pasillo, me detengo en la puerta de Sofia, toco dos veces y después abro; esta acostada boca arriba en la cama.

Me contó que tuvo una diferencia con Ashley, no se han arreglado desde hace casi diez días, la he visto un poco mal, no quiero dejarla sola.

—¿Estás bien?— me mira.

—Si, es que Ashley no me avisó que viajaría a Luisiana con sus padres, no quiere verme.

—Yo digo que podrías viajar a Luisiana y darle una sorpresa— propongo.

—¿Tu crees?

—Si, eso la haría feliz— muerde su labio inferior.

—No se, ¿y si no hay vuelos?, dicen qué hay tormenta de nieve— ruedo los ojos.

—Deja de poner pretextos, le dire a Tom que te preste el Jet— alza ambas cejas —¿Que?

—¿Y si no quiere?

—Él va a querer, anda, alista tus cosas que mañana te vas— hablo emocionada.

—Anne— hace un puchero.

—Ya, me tengo que ir— se Baja de la cama para abrazarme.

—Te voy a extrañar, llámame cuando llegues.

—Te amo— dejo un beso en su mejilla.

—Y yo, dile a Lu que la amo, voy a ducharme.

—Okay, Adios— salgo de su habitación.

Al llegar a la sala miro a mi papá jugando con Lu, Tom esta de pie junto a la puerta, ambos se ignoran.

—Listo, ya podemos irnos— me miran.

—Mi amor, ¿segura que quieres ir?— me pregunta mi papá.

—Ya te dije que si papá, estaremos bien— se acerca a mi.

—Bien, te amo— se inclina a Lu —Te amo princesa.

—¿No puedes venir con nosotros abuelito?— le hace un puchero.

—No puedo, pero te prometo que nos veremos pronto— deja un beso en su frente.

—Te amo— mi hija lo abraza.

—Bien, vamos— mi niña me toma de la mano.

—Nos vemos luego Robert— Tom se despide de mi papá mientras toma mi maleta.

—Aja— niego.

Los tres salimos del apartamento, en el elevador, Lu le pregunta a Tom si hay mucha nieve en la cabaña, si podemos patinar, si habrá fogata, y muchas cosas más durante el camino.

En el Jet me siento junto a Lu, Tom frente a nosotras, ella le pide fresas con chocolate blanco s la azafata y no me sorprende que si tenga, son las favoritas de Tom.

Pasan algunas horas para que Lu se quede dormida, su papá se la lleva a la cama, yo miro el cielo hermosos, la noche oscura y nublada.

—Listo— Tom se sienta a mi lado —Es hermosa, siempre, cuando duerme es como un ángel.