CAPITULO 18

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MARATÓN 3/5

ANNE

—Yo te extraño más mi corazón— le digo a mi hija, deseo estar con ella ahora mismo.

—Ya quiero verte mami— sonrío —¿Puedes decirle al tío Seb que quiero nuevas pinturas?

—¿Al tío Seb?— ¿como sabe que viaje con él?

—Si, él dijo que viajaron juntos.

—¿Cuando te dijo?

—Ayer, el llamó para saludarme y me prometió que cuando regrese, pintaremos juntos.

—Claro, si, está bien cariño, yo le digo.

—Oye mami.

—Dime amor.

—¿Me amas?— su tono de voz es más tierno.

—Con todo el corazón, ¿y tu me amas?

—Con todo mi corazón mami...— escucho que mi abuela le dice algo sobre la escuela —Ya tengo que colgar mami, iré al colegio.

—Okay, te amo cariño, regresaré pronto.

—Te amo más— hace un sonido de beso —Adiós.

Los siguientes que escucho es la voz de mi abuela, trato de ser lo más rápida posible para que no me pregunte lo que se que va a preguntarme, me despido de ella y suelto un suspiro al colgar.

Entro a la habitación cerrando la puerta corrediza del balcón, Tom sale del armario ya vestido con uno de esos trajes que lo hacen ver más sexi de lo que ya es, me dedica una sonrisa que devuelvo, acabo de colgar con su hija y estoy aquí como idiota sin decirle.

Yo sola estoy clavando mi propia tumba.

Pero si voy a decirle, en cuanto lleguemos del viaje le diré en esa cena que ya reservó, iba a decírselo ayer pero no pude negarme a su propuesta de no hablar hasta que lleguemos a Londres, y es lo que haré en cuanto pisemos ese restaurante, es lo mejor, decírselo en este viaje sería un error, se que ni siquiera terminaría de hacer lo que vino a hacer y no quiero eso.

—¿Estás lista?— asiento metiendo mi celular en mi bolso —Esta es una reunión importante, August es el mejor arquitecto y necesito que haga este proyecto.

—A mi parecer creo que solo es su nombre el importante, hay mejores, con mejores planos y diseños.

—¿Lo crees?— asiento.

—Si no acepta, no pasa nada, hay mejores, por ejemplo Norman Foster, yo adoro sus creaciones.

—Anne por favor, tiene ochenta y siete y está retirado, es uno de los mejores pero dudo que quiera hacer los planos de mi proyecto.

—Que negativo eres, a lo mejor podemos hacer que el acepte, como un último trabajo después de su retiro, muchos lo hacen, si le explicas bien el proyecto, dime, ¿qué es?

—Se nos hará tarde, mejor vámonos pequeña.

—Tom— lo sigo —Dime de que es, ¿por que no quieres decirme?

—Sebastian seguro ya está por llamarme— dice mientras bajamos las escaleras.

—Tom me voy a molestar si no me dices— me mira al bajar el último escalón.

—Luego te explico, te ves hermosa— sonrío.

—Halagándome no harás que se me olvide tu proyecto.

—Lo se, se que me enfadaras hasta que te diga, conozco tus métodos desde hace mucho tiempo.

—Y si no funciona el hartarte, sabes que usaré otro con el cual no podrás negarte a decirme.

Más de media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora