CAPITULO 39

2.7K 243 87
                                    

ANNE

No paro de entrelazar mis manos, empujar mis nudillos, jugar con el brazalete en mi muñeca, creo que estoy a punto de quedarme sin manos, pero no puedo de los nervios que me provoca el que estemos afuera de la casa de mis suegros.

Toda su familia está adentro, esperándonos, y yo solo estoy aquí, de pie con Tom y Lucille a mi lado, tenemos más de cinco minutos frente a la puerta.

—¿Estaremos aquí para siempre?— inquiere mi hija, miro a Lu y luego a Tom.

—Anne...

—Tu mamá odia la impuntualidad y ahora ya han pasado diez minutos de la hora acordada— él sonríe —¿Que?

—Era broma, mi mamá no odia la impuntualidad y si tú no quieres entrar, podemos...

Sin pensarlo toco el timbre.

—Oh por Dios, yo no...

Guardo silencio cuando la puerta se abre, Tom entrelaza su mano libre con la mía, tiene a nuestra hija en brazos.

Una señora elegante, de unos setenta años, cabello rubio y ojos iluminados posa sus ojos en Tom, luego en mi y por último en mi hija la cual mantiene su mejilla en el hombro de su papá.

—Mi vida, feliz cumpleaños— acaricia la mejilla de Tom, sus ojos se alternan entre Lu y yo.

—Mamá, ella es Anne mi mujer— creo que voy a vomitar.

¿Y si no le agrado?, ¿que tal si no le parece que sea menor que Tom?, ¿Y si odia los hijos fuera del matrimonio?, ¿Y si...

—Muchos gusto Anne, soy Diana, eres muy bonita— sonrío.

—Gracias, usted...también— ríe.

—Y ella es Lucille, nuestra hija— los ojos de la señora se empañan al ver a Lu, parece que no sabe que decir.

—Ho...hola muñeca.

—Hola— saluda algo túmida.

—Eres muy hermosa, pareces una muñequita.

—Tengo una muñeca igual a mi que me regaló mi papi— la mamá de Tom sonríe.

—Eso es increíble, yo...¿sabias que soy tu abuela?

Creo que se me va a salir el corazón.

—¿Eres la mami de mi papi?— ella asiente.

—Y adentro hay mucha más familia así que hay que pasar, vamos, está helando aquí— todos entramos a la casa —¿Puedo cargarte Lucille?

Lu mira a su papá y luego a mi.

—Solo si quieres cariño— le dice Tom.

—Mmm...está bien— se va a los brazos de su abuela.

Le acomoda el vestido mientras vamos a la terraza, en donde están todos, hasta Sebastián ya está aquí.

Muchos pares de ojos nos miran y agradezco que la mamá de Tom sea la que hable.

—Los invitados de honor llegaron, y miren a esta hermosa muñeca, ¿no es preciosa?

El papá de Tom se acerca.

—Hermosa.

—Hola— lo saluda mi hija.

—Ella es Lucille, la hija de Tom y Anne, y es nuestra nieta— mi hija me mira.

—Quiero ir con mamá— tal vez está incomoda porque todos la están mirando.

—Oh, si— la mamá de Tom se acerca a mi para pasarme a Lu.

Más de media noche | Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora