El final se acerca.

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Todos vamos a morir, eso es bien sabido, es cuento conocido, un rumor por años esparcido, ojalá y no vayamos a sufrir, y si en el final voy a coincidir, con el amor que me fue esquivo, espero sentirme vivo cuando su belleza vea relucir, y su carita se ilumine con la luz del fuego, del invierno en el infierno, aunque no estemos quemando tenemos pendiente un beso.
Los mares que nos cubrirán, serán nuestros testigos, de nuestras almas que se unirán, y nos darán el abrigo, cuando la nieve nos sepultará yo dormiré contigo.

De las piedras que caerán del cielo, yo haré nuestras sortijas, le diré a la luna que te elija el mas bello de los velos, y el dorado de tu pelo lo tendrá nuestra hija, aunque no nazca ni tenga esta vista, le haremos también un duelo.
Las bombas penetran el suelo y destruyen todo por doquier, ya nos toca perecer por esta guerra ajena, que no nos lleve la pena por que al fin nos pudimos conocer.

Finalmente todo valió la pena, los infiernos mentales, los dolores y males, cuando por la puerta tu sales mi corazón es eterno, aunque estemos en el averno, el amor nos hace inmortales.
Que venga el uranio, el plutonio y el gas pimienta, que vengan los soldados que no nos tiemblan las piernas, que cuando estamos juntos todo huele a menta, somos locos somos dementes, somos el fuego que quema inclemente, somos los padres de la muñeca muerta, somos el amor que nace cuando el final se acerca.

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora