Suele suceder.

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Ya no hay lluvias en invierno, parece pasado de moda, solo hojas marrón que llenan el suelo, solo el petricor y las nubes que tapan el lucero y la aurora. Queman los veranos, el sol desgarra las pieles de nuestras vidas planas, que se quedan en la nada, virtiendose el piletas de aguas putrefactas, primaveras que cobran vidas, que me sueltan la mano y se van caminando solas.

Desierta tengo el alma, seca y destruída por espíritus que vinieron con mala fe, que amaron de mala gana, y esta alma que no sana, creo saber por qué. Por que no hay cura para el amor, solo se aprende a vivir del dolor, ¿como hacerlo? esa respuesta no me la se. Cuando el sol comienza a salir, la lágrima se está secando, la grieta se está cerrando y un nuevo comienzo se avecina, un amor que dice no contamina, que no hiere y que no mata, que se mueve como una gata clavándome sus ojos, sabe que en mi pecho no hay nada, solo un despojo y promete traer la calma. 

No fue mas que humo, ir y venir, palabras que el viento destrozó, tomarme y dejarme caer, la misma historia de siempre, risas, pasión y momentos, quitarnos el deseo de adentro y luego destruir, efímera, intangible, versos ilegibles en una noche en que el invierno recordó que podía llover, que me recuerda que mi verdadero ser no fue planeado para eso que llaman amor, y aqui vamos denuevo, nuevo proceso, nuevo fondo que tocar oportunidad de renacer. En lo desconocido está la fe dice la canción, te sufriré con tanta pasión pero no me vas a ver y no te preocupes, esto suele suceder. 

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora