Hermosa canción de amor

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Anda, dispara no le tengas miedo al que dirán, muchos otros morirán bajo la oscuridad de la noche, cuando estaciones tu coche burlando la neblina, la bala que sale de tu boca se avecina y de golpe me asesinará.

Ven y toma mi cuerpo inerte, que desde aquí abajo te estoy mirando y esta canción estoy balbuceando a ver si te hago sentir la muerte, pero te burlas y sonríes por que de piedra estás forjada, de cuero negro tu alma forrada y tus labios carmesí que aún me mienten.

Mírame, ve mis ojos mojados, los mismo que te miraban con gracia, que de ti se enamoraron, que el amor que me diste fue barato, que me trataste con la punta del zapato, pero me di cuenta que no fui la única víctima, que tu modus operandi era el mismo con cada alma que se te cruzaba, que a todos les clavaste una bala, el amor contigo está enojado.

Tócame, que tan muerto no estoy, aún queda alma en el cuerpo, que cada latido de mi corazón sangre fría expulsa con vehemencia, que pese a tu inclemencia no lograste asesinarme, y aunque el amor me arrebataste y no soy un hombre sano, la muerte es tema para los gusanos, ellos se arrastran para avanzar y por ti yo no me arrastro intento sobrevivir a como de lugar, escucha estos acordes no los podrás olvidar, son el grito desesperado de un ser que en ti buscó el amor y ¡si! Vaya que se equivocó, guarda tu arma, cierra la boca, abre tus oídos y prepara tus sentidos para que grabes en tu mente, mujer cruel, mujer demente, esta hermosa canción de amor.

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