Tiradera del desaparecido.

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Sigan buscándome aquí estaré, amarrado a este riel en el fondo del pacifico, mi sufrimiento fue crítico yo jamás me maté, por mi vida luché pero la batalla no gané y sigo aquí, donde la muerte encontré.

No dejen de buscarme merezco sepultura, no basta una escultura con mi nombre grabado, mis huesos no están gastados, mantengan vivo mi legado, mis convicciones, mi cultura.

No estoy lejos solo a unos minutos, en un rincón diminuto de este puerto quemado, los que me han asesinado aún siguen con vida, con la conciencia podrida ocultando las verdades, cargando con las calamidades de miles de familias.

Se que ya no vivo desde el momento en que me hundí, las balas que resistí, los azotes en mi cuerpo, las risas de los cuervos hasta muerto las sentí, hagan justicia por mi que mi muerte no sea en vano, no les devuelvan la mano ya les tocará sufrir, rencor no he sentido por que los muertos no sentimos, no paren de buscarme, deben velarme y enterrarme y no quedarme como un desaparecido.

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora