Serenata.

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No son suficientes los violines, para que tus oídos se llenen de miel, mi guitarra no te eriza la piel, no hace aparecer querubines, mi canción no es como de delfines, no es suficiente el latir de mi corazón
Por que la poesía no es solo escribir bonito, ni tirar los versos por que si, que valga la pena que me amanecí inventando infinitas melodías, ya se me hizo de día y ninguna canción escribí.

Por que no solo es cantar lindo, ni rebuscar palabras que te lleguen, una frase que atropelle tu corazón irrompible, enamorarte es imposible aunque la musica maravillosamente suene.
Infinito es el pentagrama lleno de negras y corcheas, llave de sol y llave de luna es la sonata que me acuna, si no me vas a escuchar al menos que me veas.

De gala me voy a vestir, zapatos nuevos de punta en blanco, una rosa en la solapa y se me atraganta el canto, pañuelo de seda, mirada insegura, que sea testigo la luna de este triste espectáculo, que el amor te atrape con sus tentáculos y llame tu atención ya va a empezar la canción, sal de tu castillo y asómate al balcón, toma asiento que va a empezar el show.
Espero no haber molestado con mi honesta y sufrida cantata, me quedo con tu cuerpo en esa bata de negro impecable, me llevo tu mirada y tu sonrisa implacable, me largo de aquí con algo de esperanza, con los ojos lloviendo en una larga caminata, mejor me quedo en la poesía y dejo de lado la serenata.  

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora