Siempre seremos.

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Tu labor inconmensurable y tu voluntad a prueba de todo, en la ciudad peleando codo a codo contra la pobreza, los hijos en el campo sin ti en la mesa, sin unir letras sin poder escribir tu vida la tuviste que vivir al servicio de los patrones criando ajenos varones entregándoles aquellos valores que de ti brotaban, en el campo tus hijos lloraban la madre no estaba con ellos.

No recuerdo tu rostro la primera vez que te vi solo se que cuando casi perecí siempre de mi cuidaste, a mi madre le enseñaste justamente a ser madre a pesar que en el campo la dejaste por ir a buscar sustento en tus brazos crecí contento y hoy soy yo quien te cuida, tal como cuidaste también de Daniel que seguro nos está mirando dijiste que te andaba buscando para seguir el arcoíris, me miras haciendo este verso entre tu inconsciencia y tu dolor, tus ojitos de perla me siguen mirando y estos versos te estoy recitando, por que de poeta tengo algo y tu siempre lo supiste mas nunca me pediste que leyera en voz alta, las letras que salen de mi alma, mis secretos mas tristes.

Ahora que de a poco te me vas yendo y sigo escribiendo mientras en voz alta te leo, que importa el hambre y el sueño en tu mirada caigo y las lágrimas me dejan ciego yo te tomo la mano y te digo sereno, que no importa el plano ni la dimensión que nos separe, tu y yo siempre seremos...

Para Amelia.  

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora