Carta a mi Querida Soledad.

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Que bello nombre para ser nada, me acompañas en esta cama, en mis viajes y en esta casa, cuando no hay café en mi taza, en las noches de verano, ya se me ha hecho cotidiano en esta vida insana.

En la playa y en la montaña, donde mis pies me hagan llegar, tu me vas a acompañar sin soltar mi mano, en cada mes del año y en mi existencia inanimada, cuando no haya expresión en mi cara, cuando mis palabras me cuesten caro.

Cuando en mis oídos no haya sonoridad y no escuchen que me quieren como amigo, cuando no fue contigo ni con nadie más, cuando caiga la última estrella fugaz de mi cielo muerto, ya sea triste o contento siempre estarás conmigo, mi espacio es contigo no con mujeres de nula capacidad, que no son capaces de sentir mucho menos de amar, mi destino es contigo y en esta carta te lo digo mi querida soledad.

Versos de noche. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora