Luna de sangre.

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Vientos violentos que corroen pieles como el ácido, ráfagas de furia que azotan el suelo, temores que quitan el sueño, gritos de temerosos despertares, ya nada es como antes, ojos que ven rojo, la vista es infernal, personas con miradas lacerantes, espectros escondidos, acechantes entre la niebla, aves que caen muertas a los pies de los caminantes que se atrevieron a explorar esta tierra miserable.

Calor que come de los pies a la cabeza, sudor que atraviesa la carne que se desprende de los huesos, nadie saldrá ileso y al parecer estaba escrito, nunca fue un mito lo que de niños nos predicaron, parece que nos engañaron y que no hay vidas eternas, el padre que que nos amaba ahora nos rompe la piernas.
Tampoco ha de ser eterno este miserable espectáculo, ya se acerca el amanecer, la penumbra se avecina y eso bueno puede ser, ya dejamos de sudar y nos bajó la temperatura, el viento salió escapando ya se fue a las alturas, todo parece calmo en esta era de hambre, nadie miro al cielo por que mirar era la muerte, todo fue una pesadilla en esta mente vagante, nadie miró al cielo a ver esa luna de sangre. 

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