CAPITULO 24

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Sam

Sonreí con los ojos cerrados mientras me acercaba más a su rostro, rozando sus labios contra los míos. Sentí cómo acariciaba suavemente mi rostro y apartaba mi cabello hacia atrás. Estábamos parados frente a un árbol, con la ropa empapada por la lluvia que caía.

Mientras tanto, Carlos y yo continuamos afuera. Después del beso, él me dio un beso en la frente y me abrazó.

Intentó mantener contacto visual conmigo.

—¿Quieres... ser mi novia? —preguntó nervioso.

Me sentí indecisa al escuchar esa pregunta. Sin embargo, después de unos segundos en silencio, le respondí que sí. Él estalló de felicidad, pero yo me sentía extraña, como si no estuviera completamente satisfecha porque aún no había olvidado a Ricardo.

De repente, un auto apareció y se estacionó frente a nosotros. La ventana de vidrio se bajó y quedé estática al ver a Jessica, ya que estaba con Carls. Ella lo miró con tristeza y decepción al mismo tiempo.

—Iré a hablar con ella, regreso enseguida —dijo acercándose al auto.

Ella lo miró con decepción.

—Discúlpame, sé que mereces una explicación. Yo nunca quise...

—No estoy aquí por una explicación, sino para verlos juntos y olvidarme de todo.

—Por favor, discúlpame no quise lastimarte —susurró él.

—El daño ya está hecho, ahora me iré a vivir a otro país y no volveré a verte nunca más.

—Acepto la culpa y te pido perdón por no haberte dicho que ella es la mujer que amo. De todo corazón, espero que encuentres a alguien que te ame como te mereces.

Ella apartó la mirada, incapaz de contener las lágrimas.

—Adiós para siempre, Carls... —titubeó mientras cerraba la ventana del auto.

Carls retrocedió cuando el auto se alejaba. Se volvió hacia mí y noté la tristeza en su rostro. Había escuchado toda la conversación y me sentí culpable porque no sabía que tenían una relación. Me acerqué a él para consolarlo y le pedí que me contara lo que había pasado.

Cuando me contó su versión, confesó que sí habían tenido un vínculo. Ellos se conocían desde que comenzaron en el colegio y habían estudiado juntos hasta ahora. Jessica  siempre estuvo enamorada de él, pero Carls no correspondía a sus sentimientos.

—Ella estuvo ahí en los buenos y malos momentos, pero por alguna razón no pude enamorarme de ella.

—Y el beso que ella te dio...

—Ella me besó sin motivo. Aún no le había dicho que fuera mi novia y admito que esta vez consideraba tener una relación con ella.

—Tranquilo... me gusta que seas sincero. Sé que no eres una mala persona y no necesitas explicarme más —me acerqué y le sonreí.

—Ella es una buena chica. Yo la ilusioné y la lastimé... Sabes, quiero estar solo —se inquietó y se fue caminando delante de mí con la mirada baja.

Desde lejos, Isell y Alfonso venían corriendo, pero él ni siquiera levantó la cabeza para verlos.

—¡Carls! Mi tía te está buscando por todas partes. ¿Qué estás haciendo aquí? —gritó Isell.

El la ignoro y se fue de largo sin responderle. Yo me paralice al ver su rara actitud.

—¡Que le pasa! Tuvieron alguna discusión —pregunto Alfonso con preocupación.

—Carls es un idiota—dije con seriedad, dándome vuelta para irme.

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