✨Bilogía mi necesidad.✨
Ambos libros están en este mismo espacio.
1- Creo que te necesito. Y 2- Te necesito.
Dos caminos distintos se conectan para unir personas con algunos puntos de vistas diferentes. A pesar de que ambos tienen muchos planes, enc...
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Sinopsis:
Cuando se ama, las barreras no existen, el miedo es ignorado, y los enamorados luchan para avanzar.
Pero no siempre se logra ignorar el miedo. Es por eso por lo que tener miedo no significa no amar, significa que no quieres herir o no quieres que te hieran, sin embargo, no puedes permitir que las inseguridades controlen la relación.
Anaya terminó con Jensy, porque no era tan fuerte para resistir que él lo hiciera, solo que nunca se imaginó lo que conllevaría su decisión.
Las cosas no siempre salen como se planean.
Prólogo:
Mis meses sin él habían sido un tormento. Creí que todo seguiría siendo igual, pero no. No fue igual, no era igual.
Él no era solo mi novio, era mi mejor amigo, era alguien que me entendía a la perfección. Gracias a Jensy, entendí que buscar venganza es la forma más tonta de perder el tiempo, y las ganas de arruinarle la vida a los demás, de algún modo, estaba arruinando mi propia vida.
Gracias a él, recordé que el amor puede cambiar las cosas, que, si amamos a los demás, los podremos ayudar.
No estaba preparada para estar seis meses sin él, pero, de todos modos, hice lo que me pareció correcto: avanzar.
Le había roto el corazón para protegerme, pero estaba destrozada. Gracias a eso, entendí que no debí alejarlo, debí hablar con él para que juntos encontráramos una solución. Quizá debimos tener una relación a distancia.
Él ya no estaba, y todo había sido por mi culpa. Si tan solo le hubiera dicho la razón por la que decidí terminar con él, tal vez, solo tal vez, él hubiera estado conmigo. No, era culpa de ambos, Jensy me iba a abandonar. Ni siquiera me dijo que tenía planes de irse.
Pero entendí de mala gana a lo que se refería cuando me dijo que debemos hacer las cosas cuando se puede, empecé a lamentar todos los momentos que desaproveché, lamenté haberlo herido, haberlo perdido.
¿Cómo le iba a decir que lo amaba? ¿Cómo le decía que lo extrañaba? ¿Cómo le expresaba que él fue la pizca de alegría que necesitaba?
Podía hablar, pero él no me escucharía, no me respondería. Podía intentar hacer chistes, pero no se iba a reír. Podía llamarlo, pero no iba a contestar.
Durante los primeros meses, estuve observando su foto de perfil, pero ya no podía hacerlo, su foto desapareció. Jensy cambió su número de celular, y otro chico se hizo dueño del número que antes le pertenecía.
Fue increíble la facilidad con la que todo se derrumbó.
Los meses con Jensy fueron unos de los mejores de toda mi vida, pero era hora de volver a la realidad, la realidad en la que él ya no estaba conmigo, que tal vez me odiaba, que nunca nos volveríamos a encontrar.
Se suponía que estaría fuera del país durante seis meses, pero habían pasado dieciocho meses. Un año y medio sin él.
Pensé que volveríamos a estar juntos, que nos perdonaríamos, que nos volveríamos a amar, pero no todo se logra, no siempre las cosas salen como se planean.
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