Capítulo 8

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Anaya Cooper:

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Anaya Cooper:

No sé cómo permití que la llamada se extendiera tanto, pero me sentía bien. Era fácil hablar con él, pero tenía una pregunta, ¿qué va a pasar cuando conozca mi historial?

—¿Con quién está hablando? —escuché la voz de una señora.

—Con la chica que te dije, mamá —la voz de Jenny en esa ocasión.

¿Han hablado de mí? ¿Con su mamá?

—¡Oh! ¿Con la chica de la que no ha dejado de hablar en estos días?

Ok, el nivel de rareza había aumentado de una forma exagerada en menos de dos minutos.

—Esa misma —le aseguró Jenny.

—Uhm... tendré que colgar —murmuró Jensy, avergonzado.

—Espera —le dije, para seguir escuchando la conversación.

No debí, pero necesitaba escuchar más, además ellas estaban hablando alto, quizás era para que las escuchara, así que, si era una trampa, mordí el anzuelo.

Era obvio que no estaba siendo yo misma.

—Yo creo que ustedes me están mintiendo —dijo la señora.

—Claro que no. Ella es real, mamá.

—¿Beba? —me llamó Jensy.

—Si es real, tienen que invitarla a cenar —zanjó la madre.

—Excelente idea, mamá —chilló Jenny.

—Jensy, quiero conocer a esa chica, invítala a cenar —le ordenó su madre.

El silencio me hizo entender que Jensy cubrió el celular para responderle a su madre.

—Anaya, yo...

—Tengo que irme, Jensy —interrumpí.

Esa fue mi forma de escape, tenía miedo y estaba sorprendida. Además, no quería acercarme más a esas personas, no cuando tenía los planes de cortar de raíz esa amistad que se había formado.

Jensy suspiró.

—¿Sabes que lo seguiré intentando hasta que aceptes?

—Gracias por llamar —dije, para dejar de hablar de la cena, pero mi agradecimiento fue sincero.

—Gracias por haber hablado conmigo —su agradecimiento también me dio la impresión de ser sincero.

—Adiós, Jensy.

—Adiós, Beba.

—Ay, le dijo Beba parece que va en serio. No lo puedo cre...

Colgó.

Su madre estaba emocionada de conocer mi existencia, aunque todavía no me conocía en persona. También eso aumentó mi miedo. Ella ya tenía expectativas de cómo era yo, y no quería que, cuando me viera, se decepcionara.

Creo que te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora