Epílogo

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Anaya Cooper:

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Anaya Cooper:

Habían pasado veinte horas desde la última vez que lo vi. Desde que me dedicó esa sonrisa que estuvo hiriéndome durante toda la noche. No logré conciliar el sueño, aunque hice todo lo que pude para dormir. Tal vez merecía el castigo del insomnio.

Él iba a abandonarme, pero yo lo abandoné primero. Ni siquiera lo pensé cuando esas palabras salieron de mis labios, tal vez entré demasiado en el papel de aquella Anaya que prometió que no dejaría que nadie más la hiriera. Sorpresa, me estaba lastimando a mí misma.

Tenía planeado correr tras él y decirle que era mentira, pero no quería mendigar amor. Me gustaba estar con Jensy, pero sabía que no sería imposible estar lejos de él.

Estuve llorando durante toda la noche. Samuel y Trina me acompañaron, me abrazaron y me dijeron que todo estaría bien, pero después de unas horas, se durmieron abrazados a mí.

El hecho de que mi madre y mi hermana se hubieran burlado de nosotros en nuestras caras me hería, pero nada se comparaba con el dolor que sentía por haber lastimado a Jensy.

Eso era algo que me confundía. Se suponía que iba a terminar conmigo, ¿Por qué intentó hacerme cambiar de opinión cuando le dije que ese sería el final de nuestra relación?

Quizá por lo que Jake dijo, que existía la posibilidad de que abandonara todo por mí. O tal vez yo era la que tenía razón, quería abandonar sus sueños porque sentía lástima por alguien como yo. La chica abandonada, la que su madre y hermana odiaban. La chica que había perdido a un hermano. Sorpresa, no era tan débil, aunque me dolía lo que había provocado.

Sé feliz, Anaya.

Nunca pensé que lograría mentirle de esa manera. Todo fue por el bien de ambos. Le evité sentirse culpable por romperme el corazón, le evité que fuera él quien terminara la relación.

Parecía destruido, pero me deseó lo mejor.

Lo extrañaba. Solo habían pasado veinte horas, pero se sentía como una eternidad.

Durante las diez primeras horas, estuve a punto de llamarlo. Quería escuchar su voz, saber cómo estaba, cómo la estaba pasando, si iba a intentar ser feliz... Quería verlo, su rostro, su sonrisa, pero no era posible. Así que decidí eliminar su número. Lo eliminé para obligarme a no llamarlo, pero, lamentablemente, me lo aprendí de memoria.

Intenté sacar su número de celular de mi mente, pero mientras más lo intentaba, más se repetían esos números en mi cabeza. Perdí la batalla, así que lo volví a agregar.

Jake me envió un mensaje explicándome que Jensy se había ido, también me dijo que el contrato se terminaba en seis meses. Medio año es mucho tiempo, pero estaba dispuesta a esperarlo. Quizá no me odiaría tanto cuando nos volviéramos a ver.

Solo me quedaba tener la esperanza de que él no se enamoraría de otra. Esperaba que nadie se adueñara de su corazón, que no se olvidara de mí, de lo nuestro.

Estaba tan confundida con todo, pero lo que tenía claro era que lo amaba y que cuando hubiéramos alcanzado nuestros sueños, intentaría hacer que se enamorara de mí.

Nunca pensé que amaría a alguien tanto como lo amaba a él. Nunca pensé que me volvería a enamorar.

El dolor aumentaba a medida que pasaban los minutos, y todo empeoró cuando vi el atardecer. Lo recordé en el edificio en deterioro, ese momento en el que las luces anaranjadas bañaban su piel, haciéndolo lucir más resplandeciente, atractivo, alegre. Pero me reconfortaba que alcanzaría sus metas.

—Anaya.

Dejé de mirar las fotos de Jensy y yo, y me centré en mis amigos.

—¿Sí?

—No vas a creer lo que Samuel y yo acabamos de descubrir.

Me enderecé.

—¿Qué?

—El bufete te ha enviado más de veinte correos electrónicos, solo que todos se fueron a spam.

Tragué saliva.

—¿De qué están hablando?

Había desistido de revisar mi correo electrónico.

—Que ahora tienes dos opciones. ¿Cuál vas a escoger, Anaya, abogacía o medicina? —inquirió Samuel.

Los recuerdos de todo lo que viví invadieron mi mente. Apreté mis labios en una fina línea.

—Todos sabemos lo que voy a hacer.

***********************

Ya quizás tienen una idea de lo que pasará en la segunda parte. Pero ya les digo que no se confundan.

Ahora sí, Creo que te necesito está oficialmente terminada. Y tengo planes de empezar Te necesito la próxima semana.

Por cierto, gracias por los comentarios. No diré que me sacaron una que otra lágrima. YO. NO. LLORO. Jaja. 

❤❤❤❤❤

Creo que te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora