Capítulo 21

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Anaya Cooper:

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Anaya Cooper:

27 de julio.

Habían pasado dos meses desde que decidimos ser amigos. Y estaba sorprendida de que las cosas nos funcionaran tan bien.

Éramos amigos, pero tenía miedo de que formalizara una relación con otra persona. Me había adaptado tanto a estar cerca de él que me era peculiar visualizar un futuro en el que él estuviera con alguien más. No es que fuera una egoísta, ni que lo quisiera retener en la friendzone, es solo que no quería que arruináramos lo que teníamos.

Y es cierto que ninguno de los dos había dicho nada de ser novios, sin embargo...

Jensy me contó todo lo sucedido con Melany, lo mucho que ella lo escuchaba mientras estaba en el hospital o en el gimnasio. También me dijo que la única vez que ella logró besarlo fue el día que los encontré. ¡Qué conveniente! Y él ni siquiera le correspondió en el beso. Y no lo voy a negar, sentí un gran alivio al conocer esa verdad.

No me fui a la casa de mi hermano, ya que solo me iría para estar lejos del Saco de pulgas, pero ya éramos amigos, no hacía falta que intentara huir de él.

Pero no solo Jensy y yo logramos aclarar las cosas entre nosotros, sino que también logramos entender a Sofía. Trina y yo fuimos a la casa de Samuel, para asegurarnos de que estuviera bien (porque fue a buscar ropa y tardó mucho en regresar a mi casa), y también fuimos con los planes de ir a la casa de Sofía después, para hacer que llore como Samuel lloró durante la separación de ambos, pero nos encontramos a los dos inútiles besándose a la luz de la luna.

Cuando se separaron, Samuel notó el bat de beisbol que Trina tenía en su mano, el cual Katrina lanzó a mi coche y agrietó el parabrisas. La quería matar, pero necesitaba saber qué estaba pasando entre esos dos.

Y surprise... Sofía estaba embarazada.

La muy tonta pensó que Samuel le había propuesto que se mudara con él por su embarazo, así que se alejó, ya que no quería que Samuel se sintiera obligado a estar con ella. Algo muy estúpido, sin embargo, la entendí.

Son tantas las cosas que dejamos por miedo que ni siquiera nos detenemos a considerarlo. A nosotros nos había pasado, huimos de nuestras relaciones por miedo, pero tuvimos una segunda oportunidad para corregirlo.

Y cabe aclarar que exactamente el día que le íbamos a dar unos cuantos golpecitos a Sofía, ella decidió aparecer en la casa de Samuel. Y con una enorme panza de tres meses.

Hay personas con mucha suerte en esta vida.

Jensy decidió descifrarme su enigma, ese en el que nadie es lo que parece, y sí, todo era cierto. Jason no era un hombre rudo, era un hombre que cuidaba a sus hijos, solo me trataba con indiferencia para que me alejara de Jensy. Era una forma de intimidarme para que huyera como una cobarde o para que permaneciera como una valiente (todo dependía de cuáles eran mis intensiones con su hijo, porque, según él, en algún punto me iba a cansar de estar rodeada de una familia de locos).

Creo que te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora