Anaya Cooper:
¿Qué somos? ¿Qué somos? Me había estado haciendo la misma pregunta desde el día que fue a cenar, desde que lo vi charlando con mi padre, desde que me susurré a mí misma que lo quería.
Quería a Jensy, pero no podía. No podía formalizar nada, no podía dejar que se adentrara en mi corazón. Fueron muchas las veces en las que me miré en el espejo y me prometí que no me volvería a enamorar, que no permitiría que alguien más me volviera a lastimar.
Me lo prometí, y no podía romper mi propia promesa.
No podía permitir que mis planes fueran turbados solo por su existencia. Por su estúpida, aunque agradable, existencia.
En esas últimas semanas estuvimos saliendo a distintos lugares, todos propuestos por él, y el nuevo lugar no era la excepción, solo que no iríamos a un lugar cualquiera, sino a su casa. ¡A su casa!
No le fue difícil lograrlo porque se confabuló con mi padre. No sé cómo o por qué, pero Jensy le agradaba mucho, tal vez fue porque comparten el amor por la medicina o porque se complacen en sacarme de quicio, sea como sea, lograron hacer que accediera a la tonta cena.
Hui de esa cena durante varias semanas, pero tal vez fui lenta, y por esa razón me alcanzó.
Me puse un vestido rojo, estrecho arriba y desahogado en la falda, y unas zapatillas bajitas.
Bajé las escaleras y me detuve frente a mi padre.
—No tengo quejas ante tu hermosura —expresó Andrew.
—Tengo muchas quejas ante tu traición.
—Yo no diría que fue una traición —alegó Jensy.
—¿Y tú qué haces aquí?
—Supuse que no te gustaría llegar sola —sonrió, y me miró de arriba abajo—. Estás hermosa.
Siempre que me miraba de arriba abajo lograba hacer que me removiera incómoda, pero luego sus palabras me hacían sentir cómoda.
—Gracias, tú igual —eso salió natural, demasiado natural.
Siendo sincera, odiaba la idea de llegar sola, así que le agradecí en mis adentros que fuera a mi casa.
—Necesito tomarles unas fotos —expresó mi padre.
Comprobé que tenía una cámara en la mano, una que nunca hubiera visto.
—¿De dónde sacaste esa cámara? —entrecerré los ojos.
—Mi hijo me la regaló —señaló a Jensy con la cabeza.
No dije nada, porque discutir significaría hundirme, así que me acerqué a Jensy para que mi padre nos tomara las fotos. Jensy rodeó mi cintura con su mano, y por unos segundos contuve la respiración.
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Creo que te necesito
Fiksi Remaja✨Bilogía mi necesidad.✨ Ambos libros están en este mismo espacio. 1- Creo que te necesito. Y 2- Te necesito. Dos caminos distintos se conectan para unir personas con algunos puntos de vistas diferentes. A pesar de que ambos tienen muchos planes, enc...