Capítulo 10

3.5K 576 270
                                    

¿Qué pasó? No lo sé, solo sé que desde ese día las cosas mejoraron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué pasó? No lo sé, solo sé que desde ese día las cosas mejoraron.

Al principio, pensé que yo sería la que perdería el control, la que violentaría el código médico-paciente, pero no fue así. Cuando lo vi con su estilo normal, sentí el impulso de lanzarme sobre él y besarlo hasta que no pudiera seguir respirando, pero fue él quien lo hizo. Fue él, no yo

Jensy Russell me besó. No me recordaba, no recordaba nada de nosotros, pero me besó. Jensy, mi Jensy.

Desde ese momento, empecé a darles la razón a todos esos escritores que hablaron acerca de dejar ir, de la distancia, de los reencuentros, del verdadero amor.

Dos almas gemelas sí se vuelven a encontrar.

—Me besó —suspiré.

—Eh... Anaya, lo has repetido desde hace tres días —me recordó Trina.

—Es que debieron haberlo visto. Me sostuvo por la cintura y...

—Y te llevó dentro del vestidor... —dijo Samuel, cansado.

—Y te besó... —continuó Trina.

—Como nunca lo había hecho —dijo mi hermano.

—Y no te lo puedes creer. Fue el mejor beso hasta ahora, y no es que los otros hayan sido malos —soltó aire—. Todos los besos que te da son maravillosos —concluyó Claire, imitándome.

Una muy mala imitación, por cierto.

Bueno, creo que me he excedido, pero no les daré la razón. No, no lo haré.

—Es que debieron haberlo visto —repetí.

—Nos lo imaginamos —dijeron al mismo tiempo.

—Incluso Alice se lo imagina. Pobre de mi niña —expresó Angus.

—¿Quieren que les cuente todo desde el principio? —pregunté.

—¡No! —gritaron al mismo tiempo.

Alice empezó a llorar.

—¿Ven? Alice quiere escuchar la historia —argumenté.

—Dios nos proteja —exclamó Angus.

—¿Qué, Alice? ¿Que quieres comer? Por supuesto.

—Alice no habla, Claire —le recordé.

—Una madre entiende los llantos de su bebé —se puso de pie y caminó hacia las escaleras.

—¿Qué, Alice? ¿Que quieres que tu papi te acompañe? Ya voy.

—Angus...

—Un padre lee la mente de su bebé.

Se puso de pie y corrió detrás de su esposa.

—¿Qué, Alice...

—Que ni se les ocurra a ustedes dos moverse.

Creo que te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora