No sabía si había llegado a una etapa en la que estaba viendo fantasmas, si estaba teniendo ilusiones, si mi mente quería convencerme de que Jensy estaba ahí, justo frente a mí...
No sabía de qué se trataba todo eso, si era una especie de castigo para que pagara por haberlo hecho sufrir, o si solo tenía tantas ganas de verlo que estaba confundiéndolo con otra persona.
No sé qué estaba pasando, pero sentí las ganas que tenía mi corazón de salir de mi pecho. Y supe con certeza que no se trataba de otro chico, porque solo Jensy provocaba esa sensación en mí.
El chico no tardó en reaccionar, ni siquiera me habló, solo me dedicó una mirada despectiva y desapareció de mi vista. Una chica vestida de doctora no tardó en seguirlo, y mis ojos la siguieron hasta que también desapareció de mi vista.
—...Ana. Ana —la voz de Angus sonaba lejana. Parpadeé varias veces, y las lágrimas que yacían en mis ojos se deslizaron por mis mejillas. Miré a mi hermano—. ¿Nos vamos?
Mi hermano frunció el ceño, confundido, y secó mis lágrimas con sus pulgares.
—¿Lo conoces? —inquirió.
—Creo... creo que sí.
—¿Es...? —asentí—. ¡Dios!
Angus empezó a caminar de un lado a otro, enredando sus manos en su cabello. Él conocía la historia, había visto todas las fotos y todos los videos de Jensy y yo, pero Jensy estaba diferente, tal vez no era él. Mi cuerpo decía que sí, pero algo me hacía creer que no.
—No puede ser él.
—Y-yo... no lo sé. Creo que sí, pero —negué con la cabeza— no lo sé.
Mi hermano continuó caminando de un lado a otro, y yo me quedé observándolo. No sé cuántos minutos estuvimos así, pero fue el suficiente como para que alguien se acercara a mí.
—Gracias a Dios que acabas de llegar. Ese paciente es insoportable. Es del que te vas a encargar, pero no tengas miedo. Él no muerde, solo refunfuña...
Miré a la chica, pero mi estado de perplejidad no me permitía pronunciar bien las palabras, ni siquiera sabía de qué me estaba hablando la doctora. Sí, la misma que se había ido detrás del chico que creí que era Jensy.
—Tranquila, todos pasamos por esta etapa de nerviosismo. Terminar con los estudios y entrar a un hospital para poner en práctica lo que has aprendido siempre desata una oleada de nervios, pero aquí estoy yo para ayudarte. Tú solo has lo que te digo. He estado agobiada con ese paciente, sé que los doctores no podemos decir eso, pero ese chico es estresante. Además, somos colegas, así que puedo decirte una que otras cosas —subió y bajó las cejas.
La doctora hablaba tan rápido que era difícil captar lo que decía.
—¿Qué?
—Tranquila. Cuando llegué aquí, estaba tan nerviosa como tú. Es sencillo, los pacientes siempre tienen la razón, pero si puedes hacer lo contrario a lo que te piden, hazlo.
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Creo que te necesito
Teen Fiction✨Bilogía mi necesidad.✨ Ambos libros están en este mismo espacio. 1- Creo que te necesito. Y 2- Te necesito. Dos caminos distintos se conectan para unir personas con algunos puntos de vistas diferentes. A pesar de que ambos tienen muchos planes, enc...