Desde el suceso del bosque las cosas en casa de los Kim estaban demasiado tensas, Taehyung había tratado de pedirme perdón varias veces y parecía muy arrepentido y avergonzado. La verdad es que yo creía realmente que no estaba en sus cabales, así que no lo culpaba.
Pero Chaeyoung ahora no se fiaba de él, había dejado de hablarle y cuando coincidían siempre le miraba mal. El alfa parecía cada vez más avergonzado y dolido por eso.
La señora Kim estaba desquiciada y una noche la oí discutir en el porche con sus hijos mayores si debían buscar una solución a los celos descontrolados del más joven en otro lugar y si era seguro tenernos viviendo bajo el mismo techo.
Chae estaba despierta y supe que estaba escuchando, al igual que yo, aunque se mantenía recostada dándome la espalda en su cama individual.
No hizo falta sacarle el tema de forma casual a mi hermana, a la mañana siguiente ella misma fue quien me comunicó que había encontrado un trabajo y que deberíamos ir buscando una casa propia para vivir.
Mi melliza marchó al pueblo junto con algunos habitantes del poblado, trabajaría en una pequeña tienda de artículos infantiles que contaba con una ludoteca. El horario era variable y eso podía suponer un problema, pero en el Clan todos se ayudaban y prometieron que siempre habría alguien para acompañarla aún si existían horarios incompatibles.
Aquello me dejó con menor tranquilidad y alegría de la que esperaba, pues la idea de tener una casa para nosotros me rondaba por la mente desde hacía demasiado tiempo, pero sabía que la decisión de Chae había sido impulsada por lo ocurrido y no porque ella realmente quisiera un lugar propio.
Pero de ésto mamá no se enteró, mis cartas después de lo ocurrido fueron más sencillas y cortas, mucho más centradas en preguntar por ella y sus amigas que en lo que nos ocurría a nosotros.
En lo más crudo del invierno los ánimos parecieron decaer y tensarse. Yo seguía sin encontrar trabajo y sabía que mi única opción segura era trabajar en el poblado, pero no era demasiado bueno en nada de lo que allí hacían y se limitaban a dejarme hacerles compañía o limpiar por cortesía.
Aquella mañana había decidido pasarme por el taller en el que trabajaban Eunwoo, Yoongi y en el que a veces ayudaba Jungkook. Las puntas de mis dedos y nariz estaban frías y rojas, pero debíamos mantener abierta la puerta por salud, el polvo, serrín y los líquidos tóxicos no eran lo mejor del mundo en un sitio cerrado.
Min Yoongi había marchado a la ciudad junto con un beta mayor para tratar unas ventas y Jungkook y el otro trabajador estaban en el pueblo llevando un encargo, lo que me dejaba a mí solo con el cuñado del alfa pálido.
Cha Eunwoo era un chico agradable, tenía un temperamento pausado y dulce y era fácil hablar con él. Cortaba con una máquina, que yo odiaba porque me molestaba en los oídos, unos tablones de madera que luego tendría que lijar.
Me encasqueté el gorro de lana un poco más cuando una ráfaga de viento frío entró por la puerta y me encogí en el pequeño taburete que solía ocupar cuando no tenía nada que hacer.
—Seky es igual que tú.—Dijo dejando la máquina a un lado y sonriendo de forma tierna.—Siempre tiene frío y sus labios y orejas se cortan. No sé si podría vivir en un sitio donde nevase.
—Te acostumbras.—Contesté encogiéndome de hombros, cuando éramos artistas viajábamos de un lado a otro y en más de una ocasión nos tocó acampar en lugares nevados y muy fríos.
El beta comenzó a sacudir la madera recién cortada y sus guantes de trabajo hacían un sonido seco y rasposo contra ella, lo miré en silencio y noté cómo su semblante no parecía tan risueño como de costumbre.
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🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)
FanfictionLos mellizos Park llegan al Clan Kim en busca de protección después de años huyendo junto a su madre. En un mundo dónde los omegas son infravalorados, usados y vendidos, ser un omega macho significa no tener nunca una vida tranquila y feliz. Park Ji...