🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)

🍃.58.🍃

Tenía una nueva cicatriz, ésta era fina y ya estaba rosada, estaba en el lado derecho de mi cuello y me daba tanta vergüenza que alguien la viera como orgullo.

No debería ser así. Se suponía que yo no quería nada de ésto, jamás me dejaría marcar.

Pero ahí estaba, mirándome en el espejo un simple arañón que me había hecho Jungkook con un colmillo sin querer, una sonrisa estúpida bailaba en mis labios y terminé de peinarme tratando de no pensar mucho en lo ocurrido hacía dos noches.

A pesar de que me había duchado antes de volver a casa, Chaeyoung me había dicho a la mañana siguiente nada más verme:

—Ugh, apestas a alfa cobarde.

—Jungkook no está por aquí, Chaeyoung.

Yo había volteado los ojos y pasado por su lado para prepararme algo de desayunar y entonces sus ojos se clavaron en mi cuello, se acercó a mí y me olfateó de cerca. Me aparté de ella lo más que pude y me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Qué ha ocurrido ésta noche, Park Jimin?

Y no lo respondí nada, me limité a servirme un café solo y buscar en la despensa el tarro de galletas de vainilla que había hecho Hoseok hacía un par de días.

Chae me había tratado de interrogar, yo no solté prenda, pero mi nerviosismo y las mejillas encendidas habían respondido por mí.

Mi hermana pasó de la sorpresa a la emoción, pero de pronto frunció el ceño y trató de hacer contacto visual conmigo.

La miré porque estábamos en una posición extraña y porque conocía a Chae perfectamente y sabía que no se daría por vencida. Se señaló su cuello.

—¿Qué es eso?

Me llevé los dedos a mi propio cuello y el contacto con la herida que ya había empezado a curar me hizo dar un pequeño brinco. Las cejas de mi hermana parecieron casi tapar sus ojos y me cubrí la heridita con la mano.

—Solo un arañón.

Cogí mi desayuno y me di media vuelta para sentarme en el sofá y desayunar tranquilo, aunque era evidente que eso no iba a ser posible. Ella se sentó en la mesita baja, justo frente a mí.

—No entiendo nada.

Levanté la vista de mi taza, dejando a un lado el bote de galletas y comprobé que realmente parecía desconcertada.

—No pareces asustado, herido o... Jimin, ¿qué pasó ayer entre Jungkook y tú?

Encogí los dedos de los pies y volví a apartar la vista de ella, cogí una galleta y me la metí en la boca. ¿Qué pretendía que le contestase?

—Entiendo que no te ha hecho daño, ¿no? O sea, sea lo que sea que habéis hecho...—Vi como hacía movimientos nerviosos con los brazos mientras trataba de expresarse aunque no la estaba mirando directamente.—Ha sido consentido, ¿no?

Entonces la miré y asentí, tragando con fuerza aún cuando la sequedad de la galleta sin moler bien me arañó la garganta, tosí un poco antes de repetir con la voz:

—Sí, claro.

Ella ladeó la cabeza y se pareció demasiado a su forma lobuna con aquel gesto, tomé un sorbo de café mientras se llevaba de nuevo la mano a su cuello.

—¿Y eso?

Cerré los ojos y suspiré de forma pesada. Agradecía que ahora que estaban emparejados Yoongi y Hoseok se pasasen la mayor parte del tiempo fuera de la casa, de hecho el alfa casi que vivía en casa del ahora delta.