🍃.Extra 4. (Años después).🍃

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Mentiría si negase que me había imaginado incontables de veces a Jungkook con un cachorro en brazos. Tenía sueños donde esa imagen me embargaba por completo y me perseguía el resto del día mientras ya estaba despierto.

¿Qué era lo que me había impulsado a venir corriendo a la choza de Nuna mientras estaba en la linde del bosque buscando las hierbas encargadas?

El lazo.

De pronto, el sentimiento hastiado y tristón que nos acompañaba en el último tiempo, había desaparecido. Nuestra conexión me empezó a enviar señales nuevas, era miedo, pero a la vez algo así parecido a la felicidad.

No pude resistirme, guardé lo que había recogido en mi bolsa de tela y corrí hasta donde mi corazón tiraba.

No esperaba encontrarme con aquella escena.

Jungkook acunando al bebé de Sora con una sonrisa, la criatura calmada, durmiendo en silencio.

Mi corazón dio un vuelco, el frío erizaba mi piel, incluso la que no estaba expuesta. Entre tantos sentimientos revueltos, ¿cuáles eran los de mi destinado y cuáles los míos?

Mis ojos se cristalizaron casi sin darme cuenta, era una mezcla entre emoción y tristeza. Era el bebé de Sora en los brazos del amor de mi vida. Era como si...

—Hace algún tiempo te dije que todo el que llegaba al poblado tenía un propósito, la Luna se encargaba de traeros aquí para encontrar vuestro destino.—Dijo Nuna sin mirarnos a ninguno, tal vez se lo decía a su nieto, o quizá se dirigía a mi, doblando una toalla vieja pero limpia sobre su mesa de trabajo.—¿Y quiénes somos nosotros para cuestionarla?

                                                                                      🍃

Fui a donde dejamos las cenizas de Sora, me senté con las piernas cruzadas en la fría hierba invernal y cerré mis ojos.

—No llegué a decírtelo y siento que fue un error.—Murmuré al viento.—Pero te llegué a querer mucho, Sora, yo te habría cuidado, ¿sabes?

Se me escapó una pequeña lágrima a pesar de tener los ojos cerrados, así que los abrí, parpadeé y me limpié. El viento no era fuerte, pero sí gélido, notaba la punta de mi nariz congelada.

—En el fondo no creo que hubiese surtido un gran cambio, pienso que... Te querías marchar. Y te entiendo.—Sorbí por la nariz y volví a limpiarme lágrimas nuevas.—Yo también me sentí así, aún cuando tenía a mi madre y a Chae. Es un dolor difícil de comprender para quien no lo sufre. A ti te dejaron sola, tus padres, tus hermanos... Nadie te creyó. Estabas muy rota y solo eras una niña.

Necesitaba hacer ésto, necesitaba hablarle claro, contarle mis sentimientos y lo que me rondaba en la cabeza a futuro. Porque había comenzado a sentir que lo que decía Nuna era cierto y no una casualidad, pero me parecía cruel y me sentía mal por esa chiquilla que llegó al poblado para simplemente terminar muriendo.

—Sé que no querías al bebé y también lo entiendo perfectamente. Habríamos encontrado la solución tarde o temprano, tendría una familia y tú otra.—Suspiré y miré hacia mis botas de montaña gastadas.—Pero las cosas terminaron así y espero que estés descansado del dolor estés donde estés. Si tenemos otra vida espero que nos volvamos a encontrar, Sora.

El viento se volvió más fuerte, alcé la mirada para observar cómo se movían las copas de los árboles que no perdían sus hojas en invierno. Hoy no estaba nublado, solo hacía frío.

—Voy a cuidar de ella, ¿vale? Te prometo que estará a salvo y será feliz.—Dejé que las lágrimas resbalaran por mi garganta.—La querré tanto como te hubiese querido a ti.

🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora