Le daba vueltas a las dos cartas que le había escrito a mamá entre mis dedos, creí poder encontrar a Haneul bajo el techado de espigas anudadas, con varias omegas, betas y algunos cachorros. Pero no estaba, en su lugar, vi a mi hermana con un bebé en brazos, era el cachorro de una de las hermanas Min.
Esa omega me resultaba muy guapa y callada, la había visto alguna vez más por el poblado y siempre me sonreía al pasar. Todos le decían Seky, olía a melocotón y su pareja era un apuesto beta llamado Eunwoo.
La trataba tan bonito cuando los había visto juntos que a veces mi corazón albergaba la estúpida esperanza de que alguna vez alguien me llegase a mirar de la forma en que él la miraba.
Últimamente me sentía muy sensible, tras acabar el celo pareciese que mis hormonas se hubiesen quedado con ganas de fastidiarme y una vez pasada la calentura me quedé con un rastro de tristeza.
Hoy cenaríamos todos juntos, iba a haber una celebración de la que no me enteré el motivo por andar de ermitaño en mi habitación asignada en la cabaña de los Kim escribiéndole a mi madre dos cartas que simplemente estaban llenas de recuerdos.
Chaeyoung no escribía, nunca se le dió demasiado bien expresarse por escrito, así que me dejaba a mi esa tarea. Leería las de mamá cuando llegasen sus cartas.
El bebé se metía en la boca un mechón de cabello plateado y mi hermana reía con ternura, me quedé un rato observándola en silencio y mi pecho se encogió. Algún día Chae sostendría a su propio cachorro, algún día tendría una pareja que la amase y probablemente, si era un alfa, la querría marcar, uniéndolos para siempre.
Algún día tendría que alejarme de ella, hacerme a un lado y dejarla vivir su vida, no podía ser un lastre para siempre. Su pareja no estaría de acuerdo con cargar conmigo y yo tampoco quería depender de nadie.
El bebé me miró con sus pequeños ojitos y con el puño regordete en la boca me sonrió mostrando dos únicos dientes en su encía de abajo. Chae lo agarró con firmeza y me lo tendió para que yo lo cogiese, me negué aunque el pequeño me echó los brazos soltando el cabello de mi hermana.
Realmente me gustaban los cachorros, pero prefería mantenerme alejado de ellos. No lo admitiría en voz alta, pero en el fondo me dolía pensar que yo jamás podré tener uno.
Y por ese motivo, supongo que le tengo envidia a mi hermana en ocasiones, porque somos lo mismo y a veces somos todo lo contrario. Porque Chae es la definición perfecta de omega y yo solo soy un error de la naturaleza que nadie jamás amará.
-Chae, cuando sepamos el resultado de la última sentencia, ¿qué haremos?
Mi hermana dejó de hacerle carantoñas al bebé y me miró esperando que explicase a qué me refería. Yo paseé la mirada de forma rápida por los miembros del clan que nos rodeaban, preparando cosas para la cena conjunta, hablando entre ellos, los niños jugando...
Pregunté aunque ya sabía la respuesta de ella:
-¿Nos marcharemos? ¿Te... querrás quedar?
-Jimin, da igual lo que salga en la sentencia final, mamá va a estar en la cárcel un tiempo largo, si nos envió aquí es para que estemos seguros mientras ella no está.
Seguí mirando alrededor, el ambiente era cálido y alegre y me encantaría dentirme parte de él como sabía que ya mi hermana se sentía, pero yo...
-Chae... Yo no pertenezco aquí, sé que la señora Kim nos abrió sus puertas por hacerle el favor a una vieja amiga. Pero ¿crees que si mamá y ella no se conocieran nos habrían dejado pasar tan facilmente? ¿Crees que me habrían acogido de alguna manera?
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🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)
Fiksi PenggemarLos mellizos Park llegan al Clan Kim en busca de protección después de años huyendo junto a su madre. En un mundo dónde los omegas son infravalorados, usados y vendidos, ser un omega macho significa no tener nunca una vida tranquila y feliz. Park Ji...