🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)

🍃.64.🍃

Nuna irrumpió en la casa al amanecer y Chae cogió la ballesta que siempre tenía bajo la cama por puro instinto. La mujer levantó las manos temblorosas al instante y yo salté de la cama y bajé de inmediato el arma, por si a mi adormilada hermana se le disparaba sin querer.

Hoseok y Yoongi estaban ahora tras ella, asustados y a la expectativa. La anciana siguió con sus manos en alto, el cabello despeinado, su camisón y calcetines rosas y los ojos cristalizados.

—Es Kook...—La voz también le temblaba.—Han atacado a mi niño.

Mi corazón ardió a la vez que la piel se me helaba, mi lobo lloró y comprendí porqué aquella noche había sido incapaz de conciliar el sueño, porque mi omega parecía inquieto y ansioso y porqué me dolía la boca del estómago como cuando estaba a la expectativa de que algo malo fuese a pasar.

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Llegamos al exterior de la prisión en el coche de los Lee, nos había llevado Seokjin y se notaba que llevaba tiempo sin manejar un cacharro de esos. Fue una suerte no habernos matado por el camino y cuando bajamos casi echamos a correr llevando en volandas a Nuna.

Los guardias nos miraron de forma fría y cuando nos identificamos habló a alguien por medio de un aparatito que llevaba enganchado al hombro, recibiendo una contestación por un auricular que llevaba en la oreja izquierda.

Nos dejaron pasar y noté que el que cerró la enorme puerta con fuerza me reconoció de la vista conyugal, al igual que yo lo reconocí a él.

—Solamente puede pasar uno.

Nos acompañaron hasta el primer control y después de cachearnos y de que Jin dejase las llaves del coche en la bandeja de plástico para recogerlas luego nos dejaron pasar por otra puerta con seguridad eléctrica que sonó con fuerza al abrirse.

Otro funcionario relevó al de la puerta que nos había acompañado, se le indicó a quién veníamos a ver y volvió a repetirnos:

—Solamente puede pasar uno.

Y entre la ansiedad por saber cómo estaría y por pasar todos los controles Nuna y yo no nos soltamos la mano y cuando terminamos frente a la enfermería nos miramos con los ojos llorosos y rojos y no supimos qué decir.

Jin hablaba con uno de los funcionarios sobre la situación y una enfermera que olía más a antiséptico que a beta esperaba en la puerta con una mascarilla en la mano para dejarnos pasar a uno de los dos.

—Lo entiendo, pero así son las normas. Creo recordar que con Jeon ya se hizo una excepción en cuanto al régimen de visitas y siento decirle que eso no puede ser, ese chico no es más que nadie en ésta prisión, ¿comprende?

Entonces, con todo el dolor de mi corazón apreté la mano arrugada y pequeña de Nuna y tragándome las lágrimas para mí mismo la llevé hasta la enfermera, peiné algunos de sus mechones de cabello desastrosos y a ella le tembló la barbilla.

—Dile que estoy aquí.

Y Jin seguía discutiendo con el hombre a nuestra espalda, pero yo decidí que la anciana necesitaba ver a su nieto, necesitaba comprobar con sus propios ojos que no se estaba a punto de irse de nuevo de su vida. Yo confiaba en ella y aunque me estuviese muriendo un poquito por dentro y mi lobo llorase y arañase por traspasar aquella puerta y comprobar que Jungkook seguía aquí sería fuerte y esperaría.

La enfermera le colocó a Nuna la mascarilla y ella volvió a mirarme una vez más antes de desaparecer por la puerta blanca. Busqué en mi interior aquella sensación, esa que parecía una conexión o un lazo ya formado aún cuando no había sido marcado, aún cuando a términos reales y físicos yo no tenía alfa y Jungkook no tenía omega.