Trasteaba con manos temblorosas en la cocina de los Kim para poder prepararme la maldita infusión que supuestamente calmaría mi celo y... ¿Cómo había dicho Nuna? ¿Me haría invisible a los alfas? Bueno, yo me conformaba con que enmascarase mi olor.
Chae no estaba y eso me ponía nervioso y malhumorado, llevábamos en el poblado una semana y ella ya se paseaba con total tranquilidad. ¿Y su celo? ¿Habría despertado ya?
En cuanto aquellas hierbas funcionasen tenía que salir corriendo a buscarla, temía que le hubiese pasado algo. Suerte que la mayoría de habitantes estaban fuera del poblado trabajando.
Haneul estaba en el pueblo más cercano, eso nos había dicho en la mañana temprano, que estaría allí. Eso me permitía tener la casa para mi solo, pero lejos de tranquilizarme me asustaba aún más, ¿quién decía que en su ausencia no fueran a atcarme si me olían?
El borboteo del agua caliente me despertó de mis cavilaciones, desde fuera debía oler a celo y a miedo. Preparé todo intentando no tirar nada fuera, no quería desperdiciar contenido, mucho menos si no sabía cómo funcionaba. Ni si quiera pregunté cuántas horas duraba el efecto, aunque según explicó debía ser todo un día...
Comencé a beber aún si me estaba quemando la lengua, necesitaba calmar mis temblores, que el calor bajase y el olor disminuyese. Cerré los ojos, tratando de controlarme a mí mismo y mis emociones.
Otro sorbo. Aquellos ojos negros. Aroma a eucalipto. Se me crisparon los vellos de la nuca y me estremecí. Otro sorbo más.
El golpe de la puerta contra la pared al ser abierta bruscamente me sobresaltó y me puse en posición defensiva.
—¡¿Ya te has puesto en celo?!
Chae cerró la puerta a sus espaldas y miró por la ventana más cercana a ésta, su cabello estaba alborotado dándome a entender que había venido corriendo. Tal vez me olió desde dónde sea que se encontraba del poblado y siguió mi rastro.
Me permití relajarme y terminé el contenido de la taza floreada de la señora Kim, guardé la bolsita con el nudo bien hecho y me la metí en el bolsillo del pantalón.
—¿Dónde estabas?
—Con Eun, algunas omegas más y sus crías.—Contestó sin apartar la mirada de la ventana, parecía espiar a alguien.
Me serví un vaso de agua para tratar de bajar el calor mientras no hacía efecto la infusión de la curandera, no quería ducharme hasta que mi cuerpo dejase de desprender feromonas o no serviría de nada. Por lo menos era el inicio del celo, no era tan fuerte hasta que no pasaban unas dos horas, al menos así era para mí.
—¿Te siguieron cuando saliste de la choza?
Sus ojos dejaron la ventana para posarse fijos en mi, olfateé el aire, tratando de encontrar indicios de que ella también se pondía con el celo. Pero Chae seguía oliendo como siempre entre la densidad pestilente que había dejado yo y... Fuera olía a alfa.
Dejé el vaso cerca del grifo inmediatamente y me dirigí a la ventana, era un olor desconocido, no se trataba de los hijos Kim o cualquier otro alfa con el que nos habíamos cruzado en el tiempo que llevábamos allí. Y, por supuesto, no era la esencia de Jungkook.
"Deja de pensar en él".
Mi hermana me empujó para alejarme de la ventana y me miró con el ceño fruncido, arrugó la nariz y se llevó la manga de su chaqueta hacia su cara.
—Sigues apestando, Jimin, no te acerques, hay un alfa rondando la casa.
No había pasado mucho tiempo desde que tomé las hierbas, pero notaba que el calor había disminuido y creía que si pudiésemos ventilar la casa no olería tanto. Me sentía con control sobre mí mismo y mi lobo no parecía ansioso.
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🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)
FanficLos mellizos Park llegan al Clan Kim en busca de protección después de años huyendo junto a su madre. En un mundo dónde los omegas son infravalorados, usados y vendidos, ser un omega macho significa no tener nunca una vida tranquila y feliz. Park Ji...