🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)

🍃.37.🍃

Los tres me siguieron haciendo preguntas que yo no respondía, casi iba corriendo en busca de mi hermana, casi era noche cerrada y algunos habitantes del poblado ya se dirigían al merendero donde hacíamos las comidas conjuntas.

Kim Namjoon casi chocó contra mí mientras correteaba detrás de su hija y otros dos cachorros, se irguió y nos miró cambiando su expresión repentinamente al ver la nuestra.

—¿Ocurre algo?

—¿Sabes dónde está mi hermana?

—Hace un rato que pasaron Tae y ella por aquí, creo que iban para vuestra casa.

Asentí y volví a reanudar mi paso ligero, sorteando a los niños que jugaban e ignorando de nuevo las preguntas de los alfas. Necesitaba hablar con Chaeyoung de inmediato, mañana le escribiría una carta urgente a mamá, aunque algo me decía que no iba a obtener una respuesta satisfactoria por su parte.

Cuando estábamos a nada de llegar a la casa me abofeteó un fuerte aroma a sándalo y un toque más ligero a gengibre, aunque más denso de lo normal.

Yoongi y Jungkook intentaron pararme, pero a mí me dio completamente igual, me deshice de sus manos en mis brazos y corrí hasta la casa.

Chaeyoung estaba sentada sobre la mesa central donde comíamos y entre sus piernas se encontraba Kim Taehyung, con sus grandes manos sobre los muslos de ella y su cabeza enterrada en su cuello.

Los ojos de Chae se abrieron de golpe y me miraron con los iris plateados, empujó al alfa para alejarlo y él me devolvió una mirada roja, me gruñó por la interrupción, mi hermana lo golpeó en reprimenda y se bajó de la mesa, colocándose la ropa bien.

Los tres alfas que me seguían entraron armando escándalo y Hoseok empezó a reñirles indignado, diciendo que él no había invitado a ninguno a entrar en su casa.

Mi melliza me miró preocupada y sus ojos volvían a ser oscuros, me alegraba que aquel enfado eterno que parecía tener con Taehyung se hubiese solucionado o algo así, pero no era momento de hablar de eso ni de arrepentirme por interrumpirlos. La tomé de la muñeca y nos dirigí a nuestra habitación mientras los cuatro alfas discutían entre sí.

—Chae, la carta de mamá, ¿recuerdas el nombre de nuestro padre?

Ella se soltó el cabello de aquella trenza deshecha y negó con la cabeza y el ceño fruncido, sin entender a dónde quería llegar yo y porqué parecía tan preocupado.

—No sé, era extranjero... No lo recuerdo.

Corrí hasta el cajón donde guardaba la correspondencía con nuestra madre y busqué el sobre exacto, me acordaba de la fecha y del último número un poco menos visible por una tinta de bolígrafo un poco gastada.

Chae se acercó a mí y miró por encima de mi hombro mientras yo, con manos temblorosas, abría el sobre, desdoblaba la carta y aplanándola contra mesa buscaba un nombre.

Lo señalé y miré a mi hermana de inmediato.

—Pavel.

Ella me miró de vuelta al decir el nombre, como preguntándome con su expresión a qué venía todo ésto y porqué yo estaba tan nervioso.

—El alfa extranjero del pueblo, el de cabello plateado.—Me saqué mi gorro de lana, acalorado.—Nos lo hemos encontrado hace nada, te había visto a ti y a Taehyung antes de encontrarnos a Jungkook y a mí...

—¿Te has quedado a solas con Jungkook?—Preguntó abriendo mucho los ojos.

—Eso no es lo importante, ¡céntrate!—Dije tomándola por los hombros y sacudiéndola un poco.—Antes de marcharse dijo que se llamaba Pavel.