🍃.69.🍃

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El calor cada vez era más notable aunque en el interior del bosque casi siempre existía una especie de microclima diferente, nunca hacía calor del todo.

La hierba se seguía manteniendo verde, había flores nuevas y frutos que comenzaron a crecer pasada ya la época de frío.

Yoongi y Hoseok correteaban en forma lobuna por el bosque mientras yo recogía las plantas indicadas por Nuna.

Quedaba una semana para que Jungkook saliese de prisión y el calendario que había colgado en mi habitación marcaba bien fuerte la fecha en rojo.

Lo había vuelto a visitar cuatro veces más, ninguna de ellas volvió a ser la excepción de "visita conyugal" y solían mantenerme bien vigilado desde que entraba hasta que salía.

Jungkook parecía estar bien y aunque sabía que seguía sintiendo mucha rabia en su interior contra Pavel y los otros, daba la impresión que había conseguido mantenerse sereno después de lo ocurrido.

Por suerte no me cayó nada por haber roto una verja y atacar a un recluso en una visita y, gracias a la Luna, tampoco le alargaron la pena a Jungkook. Todo se mantenía igual y sólo nos quedaba ser pacientes.

Varios pájaros salieron volando de una cuando los lobos chocaron contra un árbol al saltar uno encima de otro. Los gruñiditos de los animales me hicieron sonreír, los reconocía como risas lobunas y me alegraba el corazón presenciar la felicidad que compartían ahora Yoongi y Hoseok.

Se habían mudado y ahora la que era la casita de Hoseok había pasado a ser de Chae y mía, aunque Taehyung pasaba la mayor parte de su tiempo libre en ella, de hecho podría jurar que todas las noches las pasaba en casa a excepción de cuando le tocaba una guardia nocturna.

Me preguntaba qué haríamos Jungkook y yo cuando él regresase, ¿compartiríamos casa los cuatro?, ¿él seguiría viviendo con Nuna? o ¿tal vez me invitarían a vivir con ellos?

Un par de pies a la carrera se acercaron a dónde yo estaba, agudicé el oído y olfateé el aire. Los lobos parecían haber desaparecido mientras yo pensaba recogiendo hierbas y no tardé mucho en reconocer el olor de Kim Namjoon.

Me giré para esperarlo en la dirección por la que venía y deseé que no viniese con malas noticias, apreté el asa de la cesta.

Namjoon apareció con una camisa de lino fina, remangada hasta abajo de los codos y que tenía el cuello en v dejando ver parte de su pecho. En la mano llevaba un teléfono móvil pequeño, era de color azul oscuro y lo reconocí como el que usó su hermano mayor el día de mi pelea con Pavel en la cárcel.

—Es tu madre, Jimin.

Tomé el aparatito con rapidez y me lo coloqué en la oreja, Namjoon se despidió con la mano y se marchó.

—¿Mamá?

—Jimin, hola. ¿Me oyes bien?

Caminé entre los árboles con la cesta en la otra mano, dirección vuelta al pueblo porque algo me decía que cuanto más adentrado en el bosque peor sería la señal.

—Algo lejana, pero te entiendo bien, ¿pasó algo?

Apresuré el paso, con el corazón un tanto acelerado y la preocupación invadiéndome el cuerpo.

—No, no. Haneul me facilitó el número del móvil que han comprado y decidí llamar a ver si podía hablar con Chae o contigo.

Calmé mis pasos y fui moviendo la cesta de forma relajada a un lado y otro mientras seguía de camino al poblado, ya tenía suficientes hierbas, si a Nuna le hacían falta más podría volver por la tarde o mañana.

🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora