🍃"You Are My Garden"🍃-OMEGAVERSE (Kookmin) (COMPLETADA)

🍃.10.🍃

Hoseok, Chae y yo regresábamos del pueblo una vez más, habíamos ido a entregar más cartas, recoger una que nos había devuelto mamá y hacer compras para el poblado.

El alfa trabajaba en el poblado, más concretamente la tierra, se encargaba de los huertos y plantaciones que había. Habiendo venido de una ciudad, Hoseok, a diferencia de otros miembros del Clan que preferían trabajar en otro lugar, se sentía a gusto rodeado de naturaleza la mayor parte del tiempo.

Chae nombraba cuáles podían ser nuestras ocupaciones ahora que ya no éramos artistas itinerantes, era evidente que mi hermana ya había tomado la decisión de quedarse en el Clan Kim y yo... Bueno, yo no quise volver a hablar de ello.

Arrugué sin querer la carta que nos había mandado mamá y agaché la cabeza mientras mi melliza y el alfa hablaban animadamente de todo tipo de profesiones a las que nos podríamos dedicar.

—Por ahí llega.

Conocía bien esa voz, Kim Taehyung se encontraba en la linde del bosque, a nada de entrar en el poblado, con la ropa sucia y el cabello revuelto. Tras él aparecieron Min Yoongi y Jungkook.

Aguanté mi respiración de forma involuntaria en cuanto sus ojos se clavaron en mí y me tuve que obligar a seguir caminando como si nada pasase, miré al suelo y segía dando un paso tras otro.

—¡Oh, no!

La voz de Hoseok me hizo mirarlo de inmediato, se había quedado quieto y se tapaba la boca con la mano libre, pues con la otra cargaba bolsas.

—¡Oh, sí! ¡Teníamos ronda, Jung!

El alfa más bajo se acercó unos pasos a nosotros y miró a Hoseok con los ojos entrecerrados y una expresión de fastido.

—Ha venido con nosotros Jeon, pero aún sigue débil.—Dijo señalando con el pulgar a su espalda y yo me obligué a seguir mirando al alfa que olía a lluvia.—Si le hubiese llegado a pasar algo sería tu culpa, ¡maldita sea!

Chae se pegó a mi un tanto asustada, la voz de aquel alfa nos calaban aunque su mal humor no tuviese que ver con nosotros.

Ahí tenía otra cosa que odiaba de ser omega, la forma en la que podían someternos o hacernos sumisos con solo alzar la voz.

La voz de mando era otra historia, aún más desgaradable, y yo no quería volver a sentirla nunca más sobre mí.

Hoseok se movió hacia adelante, con expresión arrepentida y como si quisiera tocar al contrario. Apenas sus dedos rozaron el brazo del alfa más bajo, éste apartó su brazo con brusquedad.

—Lo siento, lo olvidé...

Min Yoongi nos miró a mi hermana y a mí con una expresión tan fría que sentí escalofríos y como Chae se encogía junto a mi, su mano rodeó mi muñeca y yo apreté mi mandíbula.

—Últimamente olvidas muchas cosas, Jung.—Volvió a mirar a Hoseok con la misma expresión que nos había mirado a nosotros.—Y si tanto te importa tu omega deberías estar más pendiente de las rondas, ¿qué clase de alfa serías si no puedes protegerlo?

El silencio se hizo eco en aquella parte del bosque, mi garganta se secó y mis ojos fueron a parar de inmediato al alfa con aroma a eucalipto, que estaba más apartado que el resto y ahora miraba a Hoseok.

—¿De qué hablas?—El tono en el que salió la pregunta de sus labios también me hizo sobresaltar junto a mi hermana, jamás habíamos escuchado a Hoseok hablar así.—Solamente me he olvidado de una ronda, Min. Deja de inventar cosas y meter a los demás.

Ambos dieron pasos hacia adelante, sus aromas se hicieron más fuertes y sentí miedo de las miradas que se dedicaban, gruñidos bajos se escucharon subir por sus gargantas a pesar de sus bocas cerradas.