❝Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.❞➸Paulo Coelho.
Primer libro: Finalizado.
Segundo libro: Del caos nacen las estrellas (Finalizado)
Saga "Te quiero hasta las estrellas."
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Atlas mantiene un...
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"¿Soy el único? ¿El único creyente? Algo está pasando aquí. Espero que sientas lo mismo que yo siento. Me pondría de rodillas por ti." One Direction.
Atlas.
─ ¡Tómesela!
─ Que me siento mejor, no hay necesidad de seguir tomando el medicamento.
La expresión frustrada de Jessamy le estaba causando bastante gracia, quería reírse ante la insistencia de la castaña, pero sabía que si lo hacía podría tirarlo por la ventana y caer tres pisos abajo.
Valoraba muchísimo su vida después de todo.
─ Atlas, no volveré a repetirlo. Se toma la bendita pastilla y luego se va a descansar al sillón.
─ Jessamy...
─ O me voy de aquí, usted decide.
«No, con eso no.»
Presionó sus labios en una línea recta sin estar contento con lo que había dicho, Jessamy al notar que no podía resistencia le sonrió con dulzura y le dejó la pequeña pastilla sobre una servilleta frente a él y a su lado un vaso con agua.
─ Buen chico.
Ella se alejó hasta el salón donde se hallaba su cartera de donde salía un bulto que le había llamado la atención desde que llegó a verle esa mañana, ella solamente dijo que después le mostraría que era y ya llevaba mucho tiempo sin hacer comentario alguno. Tenía mucha curiosidad.
─ La pastilla, Atlas.
Soltó un pequeño bufido y tomó la capsula llevándola a su boca, apenas la tuvo en su lengua, bebió rápidamente agua para evitar tirarla afuera. Odiaba los medicamentos con toda su vida.
Esa mañana la castaña había llegado por sorpresa después de dos largos días de luchar con la infección, logró recuperarse y sólo debía "tomar", según ella, unos pocos medicamentos para sacar por completo cualquier virus. La señora Lottie la dejó a cargo de él por cualquier cosa, ella sabía perfectamente que Atlas no podría hacer los berrinches que hacía con la mayor cuando se trataba de los medicamentos con Jessamy, porque le daría vergüenza había dicho su vecina.
─ Ya está ─ murmuró dejando el vaso sobre la encimera.
Dio media vuelta y la observó, estaba revisando su teléfono con una pequeña sonrisa en sus labios, esos labios que había rozado dos días atrás y que, si no hubiese sido por la interrupción de la señora Lottie, la situación sería completamente diferente. Ambos desde ese día habían fingido que nada pasó, pero no podía seguir haciéndolo. No por su parte.
