Capítulo 48

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"Y está bien llamar a alguien para abrazar esta noche, cuando estés sin rumbo encontraré un camino, seré tu luz. Jamás sentirás que estás solo, yo haré que esto se sienta tu hogar." One Direction.


Atlas.

El sol daba directamente en su rostro avisándole que estaba amaneciendo, estaba dándole la bienvenida a otro día del cual no estaba listo vivir. Estaba agotado y lo único que deseaba era dormir en su apreciada cama, pero justo ahora era ocupada por Jessamy y Jeff. Llevaban casi una semana viviendo con él y las cosas no parecían mejorar en lo absoluto.

Jessamy estaba muy distante, apenas y quería salir de la cama y no podía juzgarla. Y aunque intentó persuadirla para que fuese a dar un paseo con él y Jeff por la colina, sencillamente se dio la vuelta y los ignoró. Así que lo que ha hecho todos estos días era darle su espacio y ayudar a Jeff en lo que pudiese para que no terminase como su hermana.

─ Traje un desayuno recién hecho de Molly's, dijo ella que venía hecho con mucho amor ─ apareció Link sosteniendo unas bolsas.

─ Y café para tener un poco de energía ─ le siguió Bennett.

─ ¿Crees que lo que necesita él es café? ¿Es en serio? ─ lo encaró el rubio.

─ ¿Acaso no le ves la cara de muerto que tiene? Así que cuando quieras decir una tontería, piénsalo antes de humillarte.

Atlas rodó los ojos, claramente frustrado. Desde que esos dos se conocieron los comentarios iban y venían. No había momento donde no estuviesen molestándose el uno con el otro.

─ ¿Pueden dejar de pelear por un minuto? Gracias ─ se alejó de la ventana para acercarse a Bennett y arrebatarle el café.

No tenía que ser adivino para saber que el castaño le hizo un gesto ganador al rubio porque cuando se giró a ellos dos se volvieron a sus puestos, tensos. Bennett tenía restos de una sonrisa, pero se borró cuando Atlas lo miró mal.

─ ¿Qué? ¿Por qué me miras así? ¡No he hecho nada!

─ ¿Te puedes callar? Despertarás a los invitados ─ Link le dio un zape a Bennett haciendo que este se quejara ─. Y tú, baboso, debes de comer.

Link dejó la comida sobre la mesa y Atlas no dudó en sentarse. Con lentitud sacó los panecillos recién horneados. Sonrió de lado al recordar que ese solía ser su desayuno cuando iba al trabajo y pasaba comprándolo solo para charlar un poco con la señora Molly, pero eso dejó de pasar y ahora notaba que extrañaba esa pequeña costumbre en su vida.

Empezó a comer mientras que los otros dos discutían por cual era la mejor casa en Hogwarts, Link defendía Slytherin a capa y espada mientras Bennett con argumentos sólidos defendía a Griffindor. Mientras él siendo Hufflepuff, se desconectó de la realidad. Estaba agotado tanto mental como físicamente. Se había colocado encima una responsabilidad que creyó estar listo para manejarla, pero empezaba a ver que no era posible. Jessamy se había encerrado en una cueva donde nadie podía entrar, apenas alguien intentaba hacerlo, resguardaba la entrada y no permitía que se acercase. Sería mentiroso si dijese que aquello no le dolía cuando en verdad sentía que le clavaban una estaca cuando ella se cerraba a él. No podía tocarla. No podía hablarle. No podía hacer nada. Al único que permitía acercarse a ella era a Jeff. A nadie más. Ni mucho menos a su padre y a Isabel, aunque ellos intentaron miles de veces acercarse. La respuesta fue siempre negativa.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora