Capítulo 9

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"¿Cómo puedes conocer a alguien que es lo contrario a ti? No lo sé, pero sé que estamos constantemente atraídos hacia el otro." TXT.


Atlas.

Ese día, en específico, había sido el más agotador de la temporada. Marco y Felipe no habían podido ir a trabajar, no sabía cuál fue la razón, por lo que el trabajo le tocó a él solo. No fue nada fácil.

El olor a pintura lo seguía irritando, le dolía la cabeza y se sentía un poco mareado, por lo que decidió no limpiarse e irse a su casa justo como estaba: hecho un desastre. Estaba salpicado de pintura blanca y beige por todos lados, al menos le aliviaba que fuese pintura de agua. De todos modos, lo único que quería era recostarse en su cama y descansar hasta el día siguiente. Estaba sumamente agotado.

Se despidió del guardia de la residencial y empezó a caminar por la orilla de la carretera. El sol estaba siendo ocultado por un par de nubes, la temperatura estaba bajando y el aire frío le caló por la sencilla camiseta que llevaba puesta. Otra vez había olvidado su chaqueta.

Los coches pasaban a su lado, los estudiantes comenzaban a salir de sus institutos y al verlos, pensó en Jessamy. Desde su último encuentro con ella, hace ya casi una semana, no la había vuelto a ver y aquello le había provocado una especie de impaciencia. No entendía cuál era el afán de verla, pero quería hacerlo, muy en el fondo. Pero habían intercambiado uno que otro mensaje, preguntándose cómo había estado su día y entre otras cosas triviales, nada sumamente profundo. Y era particularmente feliz con ello.

Se acomodó su mochila mientras cruzaba la calle, le encantaba caminar, aunque estaba pensando seriamente si comprarse un coche, aunque no supiese manejarlo o al menos una motocicleta que eran más baratas. A veces, como en ese momento, no deseaba caminar en absoluto. Estaba demasiado cansado y su apartamento quedaba un poco lejos a pie, no le gustaban los taxis así que se tenía que tragar su queja.

A un par de metros a su derecha logró ver la entrada al instituto donde iba a Jessamy, en las afueras, aún había uno que otro estudiante y pocos coches transitaban por ahí. Entrecerró sus ojos al momento de captar una silueta que se movía constantemente, caminaba unos cuantos pasos, se giraba y volvía por el mismo camino. Parecía estar esperando a alguien, también parecía impaciente, como si odiase esperar y él tampoco esperó para pensarlo bien y terminar por acercarse.

Era su tercera vez viéndola con el uniforme, pero nunca le había prestado tanta atención. Se veía diferente con él, no parecía ser la misma chica que usaba ropa con tonos pasteles y llamativos. Parecía que aquel uniforme le privaba de demostrar su verdadero yo.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora