Capítulo 28

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"Lo que comenzó como un capricho del destino, finalmente puede llegar a su fin, pero haré lo que tenga que hacer, si puedo permanecer a tu lado. Estaré junto a ti, siempre a tu lado. Hay algo que debes de saber y es que, en cualquier lugar, yo estaré ahí" JB (GOT7).



Jessamy.

El salón se hallaba en silencio mientras los niños se encontraban haciendo el regalo para el día de las madres. Cada quien trabajaba en su respectivo regalo o carta, ella solo se dedicaba a mirarlos y estar pendiente si alguno necesitaba de su ayuda. Verlos así tan tranquilos y poniendo de su mayor esfuerzo, le enternecía su corazón de pollo.

No era sorpresa para nadie que a ella le encantaban los niños y con ese trabajo su amor por ellos creció más. En charlas con algunas maestras, era muy probable que entrase a la universidad a mitad de año o a finales. Había estado revisando la página de la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo y ofrecía un buen programa para lo que ella buscaba. Una licenciatura y una maestría le vendría perfectamente. Y si se esforzaba en menos de tres años estaría titulada como maestra entre pocas palabras, debido a que los programas en esa universidad duraban un poco menos que las normales. Era un tema que no lo había tocado con nadie más que con sus colegas de la escuela. Quería mencionárselo a Atlas, pero quería esperar para verlo en persona para decírselo.

No hablaba con él desde antier y eso le parecía raro, ya que Atlas al menos con ella no tardaba por lo menos un par de horas en contestar. Seguramente había perdido su teléfono de nuevo o olvidó cargarlo. Con él y sus tendencias de anciano se podía esperar cualquier cosa.

El timbre sonó y todos los niños se apresuraron a guardar sus cosas.

─ Mañana seguiremos trabajando ─ anunció Susan, la maestra ─. Jess ayúdame a guardar los materiales, por favor.

─ Adiós, Jess ─ un grupito de niños se despidió de ella con una tierna sonrisa.

─ Hasta mañana, amores.

Le encantaba oírlos despedirse de ella porque sonaban muy tiernos cuando lo hacían. Se aproximó a las mesitas y empezó a guardar los materiales en sus respectivas cajas hasta que las apiló en los estantes mientras Susan pasaba la escoba por el salón.

─ ¿Ya has pensado lo de la universidad?

─ Lo he hecho en estos días. He revisado la página de la universidad y parece encantadora. Leí que podría aplicar en junio o en octubre. Tal vez lo haga para el final porque necesito arreglar unas cosas antes de aceptar.

─ Serás una buena maestra. Tienes la vocación con los niños. Ser maestra no solo es enseñar sino también saber sobrellevar todo esto. Muchos maestros esperan que los alumnos sean superdotados cuando la realidad es que a veces tenemos que esforzarnos más para que ellos comprendan y aprecien lo que les enseñamos. No lo olvides.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora