Capítulo 12

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"Voy a estar pensando en ti en todo el mundo." Big Time Rush. 


Jessamy. 

La navidad siempre fue la época que siempre anhelaba que llegase, desde comer el delicioso cordero que Marta cocinaba hasta los regalos que su tía Isabel les traía de Nueva York. Su padre solía sacar su violín y tocaba un poco mientras se quedaban alrededor de la chimenea mientras su madre no estaba… Ella no pasaba la navidad con ellos porque prefería pasarla alrededor de sus amigos y conocidos, al inicio le dolía cuando era una niña, pero a medida fue creciendo aquello dejó de importarle o eso se decía para evitar que doliese más. 

Ahora la navidad era diferente, ese año las cosas habían cambiado de una manera abismal que era casi imposible poder volver a sentir esa emoción genuina que alguna vez tuvo por la fecha. Al menos Jeff parecía seguir teniendo un poco de emoción al respecto porque no paraba de ver los regalos debajo del pino que su abuelo había colocado en el salón. 

— ¿Podemos?

Ella soltó una pequeña risa mientras lo atraía hacia ella y lo abrazaba con cariño.

— Conoces muy bien el protocolo, nada de regalos hasta mañana.

— ¡Es que no puedo esperar! — podía ver el brillo de la emoción iluminando sus ojos.

No sabía a quién agradecerle de que por fin su hermano volviese a recuperar esa luz que tanto lo caracterizaba. Fue casi agonizante pensar que algo en él no volvería a ser igual y aun así, algo había quedado y trataba de mantenerse a pesar de la adversidad. Y eso, eso era el mejor regalo que la vida podía darle. 

— Jess, por favor — él hizo un puchero. 

Miró la hora en el reloj de pared y faltaba poco para medianoche, para Nochebuena.

— Ve y cepíllate los dientes, a las doce abriremos los regalos.

— ¿Y los abuelos? ¿Los despierto?

La abuela sabía que eso sucedería así que le dio pase libre para que los abrieran sin ellos, pero que no se preocupara. 

— No, déjalos descansar. 

El pequeño asintió antes de salir corriendo al baño y dejarla sola. Ella se levantó del sillón y se alisó su pijama. Se acercó a la ventana para poder ver la nieve caer con parsimonia por las calles de Summerside. Era algo terapéutico el poder presenciar tal acontecimiento de la naturaleza, siempre le causaba una paz que muchas veces no podía conseguir con algo más. Miró hacia el cielo y pensó en él, en Atlas. Las ganas de llorar la invadieron cuando se lo imaginó abriendo su regalo, el regalo que ella le envió, pero había sido lo correcto o eso esperaba que así fuese. De todas formas, él mismo había dicho que aquello era un cierre. Él hizo el suyo ahora ella lo completó haciendo lo que faltaba. 

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora