❝Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.❞➸Paulo Coelho.
Primer libro: Finalizado.
Segundo libro: Del caos nacen las estrellas (Finalizado)
Saga "Te quiero hasta las estrellas."
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Atlas mantiene un...
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"El amor es como fuego rojo, el viento sopla y las llamas crecen. ¿Esto es un medicamento o veneno? Ni siquiera mí mamá lo sabe. Hay un ladrón en mi corazón, pero ¿por qué la policía no lo sabe?" Blackpink.
Jessamy.
Un largo suspiro se escapó entre sus labios y sonrió hacia el techo.
Apenas acababa de llegar a su habitación luego de una cena increíble junto con Atlas. Él se había ofrecido a pagar y surgió un pequeño debate en qué no era necesario entre ambos, al final, dividieron la cuenta y pudieron estar tranquilos con ello. Lo que habían compartido, las palabras que se dijeron y esas miradas, todo parecía un sueño. Por Dios, sabía a la perfección que no pudo disimular, pero es que verlo así le había cortado el aliento.
Nunca creyó que terminaría babeando por alguien que tuviese pintura salpicada en su ropa, su cabello un tanto desordenado y alborotado. ¡Se veían tan varonil! Se sentía desfallecer cada que él estaba de perfil y podía ver su fisonomía con atención. Atlas era perfecto y él aún no lo sabía. No sólo por su físico, sino que también por su alma.
No conocía demasiadas personas que fuesen tan directas y sinceras como lo era él, y eso le encantaba. Ella podía serlo, pero cuando se trataba de Atlas, muchas veces tenía vergüenza en serlo. Y es que parecía tan claro como el agua, su comportamiento era como el de una adolescente y no podía evitarlo. Le habían gustado tantos chicos, pero algunos nunca le prestaron atención y otros sólo fingían estar interesados por el origen de su familia. Cosa que no le orgullecía en algunos momentos. A veces, sólo deseaba ser alguien común y corriente.
─ Toc, toc ─ dos golpecitos en su puerta le llamaron la atención: era su tía Isabel ─. ¿Puedo pasar?
─ Claro que sí, tía. Pasa.
Desde la discusión con su madre, apenas la veía para evitar que volviese a pasar lo mismo. Cosa que detestaba porque adoraba a su tía, pero no quería tener de nuevo a su madre como enemiga.
─ He aprovechado que tu padre se llevó a Jasmin a la cena esa de no sé qué para poder venir a verles, ¿cómo estás?
Su tía se acostó a su lado y ladeó su cabeza para verle.
─ Estoy perfectamente ¿y tú? ─ sonrió.
─ ¿Y esa sonrisa? ¿Algo que contarme? Necesito chisme, esta ciudad es un tanto aburrida.
Jessamy parpadeó desconcertada.
─ ¿Por qué piensas que ha pasado algo?
─ Jess, cariño. Yo también fui joven, sé cuáles son las sonrisas del amor. Cuéntame, ¿quién es el chico? Es un chico, ¿verdad? Ahora no estoy segura de nada respecto a ustedes los jóvenes.
