❝Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.❞➸Paulo Coelho.
Primer libro: Finalizado.
Segundo libro: Del caos nacen las estrellas (Finalizado)
Saga "Te quiero hasta las estrellas."
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Atlas mantiene un...
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"Te quise tanto que cuando me rompiste el corazón, te saqué de allí para que no te hicieras daño." Mario Benedetti.
Atlas.
Sus manos temblaban cuando terminó de colocarse su reloj. Su reflejo en el espejo le devolvió una mirada inquietante, estaba muy nervioso, profundamente nervioso.
Hoy sería el día en el cual conocería a su familia paterna, porque a diferencia de su familia materna, ésta no parecía tan feliz de su existencia. Abby le contó todo acerca de los O'Brien y muchas de esas cosas lo intimidaron. Pero una pequeña parte de él esperaba que las cosas fuesen diferentes y no terminar en una catástrofe.
— ¿Cómo me veo?
— Te ves follable — respondió Link.
El rubio y Bennett soltaron una carcajada donde claramente se estaban metiendo con él. Rodó los ojos, irritado.
— Te ves bien, no te preocupes — Bennett salió al rescate —. Sólo no te preocupes tanto.
Llevó sus ojos hacia la pantalla de su móvil. Link se hallaba comiendo unas galletas de jengibre y Bennett de fondo limpiaba algunos platos. El rubio no pudo resistirse y decidió ir a pasar Navidad en Memphis con ellos, aunque no podría verlos hasta mañana porque hoy se dedicaría a pasar el día con su familia.
— Es complicado — tomó asiento en su cama, preocupado.
Tenía miedo de que no lo aceptarán, tenía miedo de convertirse en un problema a pesar de que su tío Joseph le mencionó en reiteradas ocasiones que si algo malo pasaba, él iba a defenderlo a toda costa. Abby e Isaac no se quedaron atrás, y más por parte de la castaña. Desde que se enteró que eran primos casi no lo deja solo aun cuando volvió a San Francisco, le llamaba constantemente y eso le causaba ternura.
— Y estás en lo cierto, algunos de los O'Brien son complicados. Sin mencionar a la abuela...
— Si, eso me han contado — murmuró por lo bajo.
— Descuida, todo saldrá bien. No conozco a alguien que no caerá rendido por tus encantos, al menos que muestres esa expresión de Thanos como la que me estás dando ahorita.
— ¿Será por qué no estás ayudando en nada para darle apoyo?
— ¿Y tú sí? Mejor sigue lavando los platos que cuando vuelva tu abuela le diré que no hiciste nada.
— ¡Se supone que debes ayudarme!
— Te estoy ayudando a desocupar el plato de las galletas para que luego lo limpies, no te quejes.
