|53| Una inesperada intromisión

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Capítulo dedicado a Lunap254 y Clau_BlackDiamond❤️ Gracias por ser fieles lectoras.

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—Vaya que eres el ser más tozudo que he conocido, Derek Evanson. Preferir morir a manos de un adversario que desprenderte de un maldito barco. Me has superado incluso a mí. No sé si verte como un gran temerario o como un reverendo idiota.

El yanqui, quien ya había sucumbido a cerrar sus ojos ante la inminente espera de la hendidura del filo en su vena, se trastorna al oír tales palabras que han irrumpido en el decisivo momento, y que no han sido emitidas ni por Masayoshi ni mucho menos por ningún otro patoso acento japonés.

La voz ha sonado implacable, tan imponentemente clara y con un soberbio tono inglés.

No le hace falta tener los ojos abiertos para reconocer al emisor. La desagradable voz de su cuñado se le más que distinguible a sus oídos.

Aunque no evita abrirlos de sopetón para comprobar que la pesantez de la situación no le haya hecho caer en delirios, de todas formas su posición de espalda a la entrada y con el emperador sosteniendo su sable aún a la altura de su garganta le imposibilita ver nada.

Masayoshi, quien también se sobresalta ante la entrometida voz, refrenando su maniobra mortal contra su rehén, no tarde en hacer un ágil movimiento para girarlos a ambos sin alterar la amenazante posición.

Para sorpresa no únicamente de los demás presentes, sino también para sí, Derek se deja perturbar por la repentina y aparatosa aparición de hombres que han hecho invasión en el camarote, algunos osando en adentrarse hasta quedar justo detrás de los dos esbirros de retaguardia y otros tantos aglomerándose junto al abierto umbral de la puerta.

Toda un misiva de hombres apuntando con sus rifles en alto acapara la visión.

Al frente de la bandada se hacen relucir tres de ellos, de los cuales solo uno se convence en bajar confiadamente su arma mientras impone su característico severo semblante.

Tal cual la altivez de Landon Beckett, cuya pedantería solo sobrepasa por una pizca a las de sus hermanos Gerald y Elton a su lado.

La invasión ha sido esmeradamente sigilosa, a la parte de súbita, como para que los esbirros presentes la viesen venir o intentasen prevenirla. Y ya encontrándose asediados, les desconcierta a ellos tanto como a su amo tal insólito asalto.

Los dos esbirros de retaguardia, sintiendo cada uno dos cañones tocándole la cabeza, poca defensa ha podido imponer. Y para cuando los esbirros de la esquina y los custodios del trono, incluyendo a Kioshi, se espabilan y alzan sus sables mecánicamente, otra voz proveniente del trío de encabezamiento se hace oír:

—Si no sois brutos, señores, sabéis que antes de que quisierais blandear vuestros cuchillitos en cuenta nuestra, ya habríamos agujereado vuestros cuerpecitos a quemarropa. Por más  ágiles que seáis, no querríais  comprobar que más rápidos son los gatillos de estas escopetas.

Lady BeckettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora