|62| Bendito ventarrón

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Su regalito de navidad❤️Espero lo disfruten

La distancia desde Mayfair hasta Chelsea ha resultado ser de unos cuarenta minutos en carruaje

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La distancia desde Mayfair hasta Chelsea ha resultado ser de unos cuarenta minutos en carruaje. Cuarenta minutos durante los cuales Brandon y Ryder han tenido que lidiar con la impaciencia y los insólitos nervios detonados de su hermano mayor, quien ha dado por sentado que la muchacha lo volverá a mandar al diablo, temiendo que su templado carácter la haya hecho enfriar sus sentimientos justo ahora cuando los de él se han encendido a fuego vivo.

Ha estado albergando la agobiante idea de que sea ella quien, después de haber sufrido su agrura y sus hostilidades, ahora quiera atascarse por resquemor, cuando él se ha permitido darse cauce abierto.

Sin reparos. Con entrega.

El plan ha sido apenas premeditado, pero con pocas probabilidades de riesgo concebidas. La principal ventaja será que en esta ocasión ni el padre ni los tíos de la joven serán trabas en el camino, y aunque por casual desgracia alguno de esos hombres fuese aparecer, sus hermanos formarían trinchera contra ellos a toda costa.

De ser necesario, también se impondrían contra ese tal vizconde, Lord Edward, el esposo de Lady Lydia, si es que estuviera presente y quisiera impedirles el paso. La hermana poco les ha preocupado, pues han pensado que ya sabrían como ingeniárselas con ella.

Tan pronto la mañana ha asomado, los tres Evanson han solicitados los servicios de un cochero para llevarlos a la dirección que le fue precisada, la misma que Brandon se apañó en sonsacarle disimuladamente a su hermana cuando anoche le hizo una visita exprés.

Puestos en marcha sobre un cupé, han emprendido la persecución.

Y justo ahora, tan pronto han llegado a este otro elitista suburbio, tan ostentoso e irritable para ellos como todo Londres, son favorablemente recibidos con una grata noticia. La residencia de Lady Lydia resulta ser un modesto townhouse del centro sur. Habiéndose detenidos frente a la acera, Ryder ha sido el designado para subir la pequeña escalinata del porche delantero y timbrar la puerta, siendo atendido por una doncella que enseguida le ha anunciado la ausencia de la señora y el señor.

—Tengo por entendido que la hermana menor de la señora, Lady Cheryl, se está hospedando aquí como visita ¿Se encuentra ella presente? —El muy bribón emplea toda su fanfarronería para embobar a la joven doncella.

—Oh, sí. Lady Cheryl está en su aposento. ¿Desea usted hablar con ella?

—Yo no precisamente—Le sonríe, satisfecho por la confirmación que esperaba—Pero vengo con otra persona que ansía la atención de la señorita.

Haciéndole un gesto a sus otros dos hermanos que esperan abajo, los insta a subir.

La doncella de repente se azora por los tres atractivos y robustos hombres frente a ella. Pero aunque es un tanto esbelta, está estacionada de tal manera en el umbral que no permite margen para que ningunos pueda escabullirse hacia el interior.

Lady BeckettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora