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Quackity esa noche no podía dormir, daba vueltas y vueltas en su cama sin llegar a conciliar el sueño, era raro lo que estaba pasando, tenía esas inmensas ganas de gritar y no era suficiente hacerlo en su almohada, miró como por milésima vez la pu...

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Quackity esa noche no podía dormir, daba vueltas y vueltas en su cama sin llegar a conciliar el sueño, era raro lo que estaba pasando, tenía esas inmensas ganas de gritar y no era suficiente hacerlo en su almohada, miró como por milésima vez la pulsera que Luzu le había regalado y sólo su mente le repetía la misma escena dónde recibía un beso. Por los Dioses, sus mejillas las sentía calientes y su corazón no se calmaba que casi lo escuchaba retumbar en sus oídos, no comprendía porqué tanta locura por un simple contacto amistoso, sólo había sido una mínima muestra de cariño que suelen dar los amigos... bueno, sus amigas lo hacían y lo sentía bonito, debía ser lo mismo con Luzu.

Tanteó su mesita de noche en busca de su celular, lo tomó para revisar la hora; 12:26 a.m . Si seguía así no cumpliría sus ocho horas de sueño requeridas, no sabía qué hacer para dejar de sentirse tan inquieto, para su extrañeza su celular vibró por un mensaje pero tal vez podría tratarse de Rubius o Mangel mandando algo al grupo que tenían, esos dos parecían que dormían sólo cuatro horas y aún así amanecían con todas las energías del mundo. Quackity revisó para ver con qué imagen o vídeo gracioso se encontraría por parte de alguno de ellos, no obstante, su sorpresa fue mayor cuando el mensaje que recibió era del chat de Luzu, según la notificación era una imagen. Definitivamente no se animó ni a clavar el visto, comenzando a preguntarse qué pudo haberle mandado, ¿fotos de gatitos o perritos como de costumbre? ¿un meme de facebook?... ¿qué hacía Luzu todavía despierto? Aunque ese también parecía que dormía tres o cuatro horas.

Quackity se levantó de la cama, necesitaba beber algo para calmarse e intentar dormir, caminó hasta la cocina mientras pensaba en beber jugo, leche o agua, yendo por la última opción cuando ya estuvo ahí. En la mesa de la cocina se encontró un ramo de rosas rarísimo–, lo revisó notando que traía una carta que indicaba que era para Staxx, sólo pudo pensar que su mamá lo trajo cuando llegó. Quackity no cenó junto a él debido a que tenía trabajo y no llegaría hasta las once de la noche, vió a su mamá cuando entró a su habitación y le trajo unas golosinas antes de darle las buenas noches. En lo que se servía un vaso con agua, imaginaba quién pudo haberle dado ese presente, aunque la única opción que tenía en mente era el compañero de su trabajo, Alexby. Cuando regresó a su habitación, su celular se encendió por una notificación, lo tomó y vió que era otro mensaje de Luzu, lo tranquilo le duró sólo su ida y vuelta de la cocina. Por poco tira su celular a causa del susto que le dió por un nuevo mensaje, con la siguiente pregunta; « ¿te gustaría acompañarme a una fiesta el sábado? ».

——¿fiesta?. Quackity abrió el chat después de leer aquello, sus ojos no creyeron lo que vió y dejó lentamente su celular sobre la cama con la pantalla hacia abajo y se acostó. Se quedó mirando el techo, su rostro ardía hasta las orejas, si alguien viera su interior se encontraría con un huracán incontrolable del cuál no tenía idea de porqué se formaba, era tan raro. ——a ver otra vez—. dijo volviendo a agarrar su celular, mirando las dos fotos que le envió y sólo pudo sonreír bobamente, les hizo zoom para ver los detalles.

Mom says NO; Quackity & StaxxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora