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El automóvil apagó sus luces indicando que el motor también, lo mismo que la motocicleta y se vió al dueño de ésta descender para seguido quitarse el casco, Alexby saludó a Quackity con una sonrisa a lo que el chico respondió agitando su mano, est...

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El automóvil apagó sus luces indicando que el motor también, lo mismo que la motocicleta y se vió al dueño de ésta descender para seguido quitarse el casco, Alexby saludó a Quackity con una sonrisa a lo que el chico respondió agitando su mano, estaba entrando en el nerviosismo por su llegada justo en el momento menos deseado y se preguntaba si habían visto algo de lo sucedido, incluso si habían escuchado lo que dijo Luzu antes de seguir su camino. Del vehículo bajó Staxx con su bolso colgando de su hombro, el golpe seco de la puerta lo hizo sentirse aún peor y por el semblante serio de su mamá le hacía imaginar lo que vendría.

——¡Alexis, te quiero de inmediato en la cocina y me esperas ahí!—. ordenó Staxx acercándose a la puerta, el chico no distinguía si había enojo en su voz pero tampoco jugaría con su suerte y se fue rápido al sitio dónde le había dicho. ——Alexby, espérame también en la cocina—.

Quackity al estar en la cocina se puso a idear todas las respuestas correctas para las infinitas preguntas que le harían, estaba muy seguro que tendría un cuestionario y no podía decir nada fuera de lugar o su vida entera estaría al borde del abismo, en definitiva no podía decir ni una sola mentira, sabía que su mamá en ese estado detecta hasta lo que piensa. Estaba acabado, lo iba a castigar por 20 años, tal vez lo meta a un colegio católico o a uno militar, ¿sería posible eso? no lo sabía, veía hasta las cosas que antes creía imposibles en posibles, llegando a la exageración si se lo mira desde el exterior y con una mente en calma, pero ahora la mente de Quackity estaba encendida con alertas y convirtiendo en un caos de puro pensamiento en griterío. Cuando Alexby fué a la cocina, podía jurar que casi tuvo como 5 infartos a la vez y que veía ya el cielo con la gran reja de oro como se representa la entrada al paraíso en las películas. Alexby trató de tranquilizarlo al verlo tan inquieto, es que a quién no le daría miedo la voz de Staxx y su rostro en ese momento, hasta a él le puso la piel de gallina, pero tenían que tomarlo con calma o las cosas resultarían peor, quizás no era nada de que preocuparse... o eso quería creer Alexby y darle a creer al chico, porque no tenía ni idea de lo que pasaba en la cabeza de Frank cuando vió que un muchacho encapuchado estaba sospechosamente cerca de su hijo y le haya gritado que lo amaba.

Pasaron unos minutos, Staxx fue a la cocina después de haber hecho una revisión rápida a la casa y dejar su bolso en su habitación, seguía manteniendo esa cara seria y molesta, miró de esa forma a su hijo y tomó asiento en el lugar que le correspondía en esa mesa, Alexby estaba al otro lado esperando a que su compañero y amigo inicie. Quackity no podía mantener el contacto visual con su mamá, su cuerpo temblaba y sudaba, su silencio lo ponía aún más nervioso y su corazón quería salir de su pecho, no aguantaría mucho ésta tensión.

——hijo... a partir de ahora vas a contestar con sinceridad todo lo que pregunte—. Staxx habló recargando su espalda en el respaldo de la silla, viendo que el chico asentía. ——yo ví a un muchacho aquí en la puerta, no sé qué hizo exactamente pero estaba muy cerca de tí, ¿quién era y qué hacía aquí?—.

Mom says NO; Quackity & StaxxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora