En momentos cómo éstos deseaba volver a su niñez, cuando era niño no sufría tanto –o... así lo recordaba–, quería ser como Titi que estaba muy feliz con un burbujero y una manzana acaramelada, veía como soplaba por medio de ese aro pequeño de plástico mojado en detergente de color rojo y formaba burbujas que se las llevaba el viento y explotaban al tocar algo. El pequeño disfrutaba su vida, se estaba divirtiendo y él se sentía más triste al querer ser como su hermanito. Quackity por ocasiones le sonría ligeramente para que no preguntara nada, sabía que se preocuparía y no quería arruinarle el paseo por su estado de ánimo, mamá trabajaba y por eso se hizo cargo de llevarlo al parque de atracciones que había sido remodelado y hacía su reinauguración.
No sabría decir que era lo que le provocaba esa opresión en el pecho y el nudo en la garganta que le daba ganas de llorar; que había niños siendo tan felices o que veía parejas bonitas pasando un buen rato o que era el parque de atracciones que fue con Luzu en su primera cita/no cita. Iba a sonar cansador para él, pero todo le recordaba a Luzu y quería autoregañarse por sentirse patético al recordarlo siempre por mínimas cosas. Cuando Titi le pidió que subieran a la rueda de la fortuna, no sabía cómo asimilar el hecho de que justo ahí había empezado a sentirse raro en compañía de Luzu, podría decirse que ahí empezaron las cosas.
——¿e-estás seguro, Titi? Se ve algo... aburrido—. Quackity hizo su mayor esfuerzo para que su voz no se escuchara quebrada, mirando con melancolía la rueda de la fortuna. Titi le jaló la mano y afirmando que estaba seguro de que quería subir ahí, no podía oponerse. Él suspiró y tuvo que caminar, formándose en la fila para subir.
En la rueda de la fortuna especificaba que los niños pequeños debían subir en compañía del adulto responsable, al menos ahí si podía subir Titi porque en la montaña rusa pedía ser mayor de 12 años y, en parte, Quackity agradecía que su hermano todavía fuera pequeño –no le gustaban las montañas rusas–. Tuvo su turno y entró con el pequeño a la cabina, lentamente empezaron a subir, Titi estaba emocionado y Quackity sacó su celular para tomarle fotos y mandárselas a su mamá. Al llegar más alto, su hermanito le mencionaba lo que podía ver y se asombraba por la vista que tenía, Quackity seguía tomando fotos como recuerdo y algunas la subía a sus estados del WhatsApp, el cielo se veía hermoso desde la altura dónde estaban y vagamente su mente recordaba a ver disfrutado una vista similar.
Un par de lágrimas bajaron por sus mejillas mientras su mirada seguía perdida en el atardecer, el mundo entero se silenció a su alrededor y sólo pudo enfocarse en el cielo con nubes de un tono rosado. Se veía así mismo de hace un par de años atrás observando el mismo paisaje, cuando todo se sentía bonito, cuando su corazón no lloraba por alguien. Fue entonces que sintió un ligero peso en su brazo, miró a su costado y estaba Titi con la cabeza recostada en él, ambos se vieron y su hermanito le pidió que no estuviera triste y ofreciéndole un poco de su manzana acaramelada que casi terminaba de comer. Quackity sonrió quitándose las lágrimas que cayeron por sus mejillas y agradeciendo el pequeño gesto mientras intentaba contenerse y no quebrarse en llanto, había un huracán de emociones que lo invadía por dentro que no sabría hasta cuando lo mantendría oprimido.
ESTÁS LEYENDO
Mom says NO; Quackity & Staxx
Fanfic𝐌𝐨𝐦 𝐬𝐚𝐲𝐬 𝐍𝐎 ♡❑❑; Mi mamá dice que no, así que no. ⚠️.Contenido: problemas familiares, salud mental, posible mención de violencia intrafamiliar, negligencia institucional, posibles temas de abuso y acoso. fanart: @rakunn_cry/Vía...