Mom says NO; Quackity & Staxx

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Era un viernes a la tarde, Quackity había invitado a Rubius a jugar videojuegos en su casa porque no tenía más cosas que hacer, eso era lo malo de las vacaciones cuando tienes como única rutina ir al colegio en la mañana y a la tarde te dedicas a hacer tareas o estudiar, aún no encontraba algo con que pasar el rato en sus días libres hasta que inicie de nuevo el ciclo lectivo, porque lo único que se ocurría hacer era los quehaceres como su mamá le había enseñado pero ya había limpiado dos veces su casa, que olía a puro lavanda de tanta limpia, y nunca tenía platos en el fregadero, al fin de cuentas son sólo su mamá y él en la casa y ni siquiera había suciedad que se notara. Desde que tiene memoria sabía que los días más aburridos eran cuando estaba en vacaciones, obvio que venían sus amigos de visita más no podían verse todos los días como para no aburrirse, a veces solía ir al trabajo de Staxx pero también era un poco aburrido estar allí, al menos que el supervisor de su mamá esté y le dé algo que hacer en el local, como aquellas ocasiones en las que estuvo pinceleando croissants o aprendió a rellenar pasteles.

Hoy pensó en ir al local donde trabaja su mamá pero le dijo que tenían bastante pedidos para eventos, por lo que el lugar estaría sumido en el estrés, así que Staxx le sugirió para no estar aburrido que invite a sus amigos a casa, siempre y cuando no hicieran desorden. Era una buena idea, sin embargo surgieron asuntos en la mayoría de sus amigos, para empezar Akira tenía entrenamiento de boxeo, Nieves se iría de compras con Lolito, Karl y Nick, Auron asistiría a los combates del día viernes en el mismo lugar donde estaba Akira, todos los demás ocupados en algo a excepción de Rubén que no salía de su casa y parecía que se aislaba para viciar, convencerlo fué difícil pero nunca imposible. Después de media hora discutiendo por llamada logró que viniera cuando le dijo que su mamá dejó tartas dulces preparadas, algo que su amigo no se podía negar a comer, nuevamente la comida de Staxx hechizaba a la gente o algo así.

Se quedaron en la sala jugando varios videojuegos, Quackity no entendía cómo le hacía Rubius para jugar mientras comía media tarta de fresa y encima le ganaba las partidas, hasta manipulaba el joystick sin mirar porque tenía que sacar con el tenedor una porción y llevárselo a la boca, deben ser trucos de muchacho que está horas jugando. Luego de unas partidas más se tomaron un descanso, tanto las manos de Quackity como  estómago de Rubén, quedando en silencio, el de cabellos rubios miró a su amigo acostado en el sofá y con la vista al techo, recostó su cabeza también el sofá y se quedó viéndolo, en pocos minutos logró poner un poco nervioso al chico.

——¿por-por qué me estás viendo?—. habló Quackity, escuchando las risitas del otro.

——nada... —. Rubius sonreía, observando cómo en cualquier momento se pondría de inquieto. 

——no me mires, no me gusta que me miren—. el chico tomó el almohadón debajo de su cabeza y se lo arrojó en la cara al rubio.

Rubius soltó una carcajada devolviendole el almohadazo, recibiendo enseguida otro más que también regresó y así inició un combate entre ellos con almohadones, riéndose, dejando escapar algunas groserías no tan intensas y a veces tropezando, por lo que durante esta batalla volaban relleno de las fundas que armaba un desorden en la sala. Para cuándo se cansaron se dieron cuenta de lo que hicieron, Quackity vió como había vaciado los almohadones de tanto golpe y sacudida, el relleno estaba por todos lados que incluso Rubén tenía en el cabello, debían limpiar esto y armar los almohadones antes de que llegara su mamá. Quackity empezo a regañar a su amigo en lo que juntaba relleno, Rubius imitaba sus palabras usando un tono agudo con la intención de molestarlo, por poco volvía a recibir otro almohadazo en la cara.