Por segunda vez - YOONMIN

Capítulo 13 - Ruidos Extraños.

El rostro de Yoongi era especialmente frío, acompañado de su cabello negro, tenía una belleza áspera, como si no fuera una persona real. Pero las manos que lo tocaban temblaban ligeramente, como si le diera vergüenza revelar la emoción que escondía tras esa máscara.

Una extraña sospecha le recorrió, una corazonada que no podía formular. Si le mostraba debilidad ahora, Yoongi lo escucharía. Sus labios se separaron para confirmarlo.

—Me duele, Yoongi...

La mano que presionaba a los alrededores de la herida, perdió su fuerza. Su mirada enfadada se dirigió a sus ojos llorosos, intentó escupir otro insulto sarcástico, pero no le salió nada. Tardó unos segundos en decir otra reprimenda.

—Claro que te va a doler. Te has desgarrado la piel de la cabeza.

Sus palabras vacías no fueron muy reconfortantes, pero faltaban las espinas que solía tener su voz cruel. Jimin agarró el dobladillo de su camisa con valor.

Sus ojos se dirigieron naturalmente a esa mano, entonces ambos se dieron cuenta de que había sangre en su mano. Rápidamente, Jimin la retiró. Su camisa era de color oscuro, así que probablemente no mostraría ninguna mancha, pero a Yoongi probablemente no le gustaría tener sangre en su ropa.

—Lo siento. —Dijo apenado. —Es que estoy un poco mareado...

Yoongi tuvo que agachar su cabeza para escuchar sus suaves palabras, por un segundo Jimin pensó que lo regañaría, pero de repente, lo agarró por detrás de las rodillas, lo levantó y se dirigió a la mansión con grandes zancadas.

Jimin se sobresaltó por su amabilidad. Sus pies abandonaron el suelo y su visión se nubló ante el repentino vértigo, por un segundo, se aferró a su hombro, pero luego recordó la sangre que tenía sobre su piel, y la retiró. Ahora había manchado su ropa dos veces.

—Lo siento, he manchado de sangre tú ropa...

Hoy se estaba arrepintiendo de muchas cosas. Yoongi no respondió a su disculpa, sólo se movió más rápido. Cuando miró la herida, notó que hasta su cabello rubio estaba empapado de sangre, pero él estaba más preocupado por su camisa. Casi queda boquiabierto.

Y su cuerpo en sus brazos, se sentía anormalmente ligero. Era suave, olía sorprendentemente bien, y estaba tan débil que incluso esa pequeña herida le retorcía el corazón de lástima. Cualquiera habría sentido lo mismo.

Yoongi no sabía qué hacer con una persona tan frágil, le preocupaba poder romperla. Se dirigió a la mansión tan rápido como pudo, abrió de golpe la puerta principal y subió al segundo piso. Lo acostó con cuidado en el sofá de su habitación.

—Gracias, Yoongi. —Su voz fue débil. Su rostro estaba pálido, pero Yoongi le dio la espalda y se marchó sin decirle nada. El viento fresco que sopló al marcharse le acarició la mejilla. Jimin cerró los ojos ante la familiar visión de esa espalda en retirada.

Poco después, tres sirvientas entraron corriendo a verlo. Yoongi debió haberlas enviado.

Rápidamente, limpiaron la sangre que estaba secando con un paño suave empapado en agua tibia, luego aplicaron un polvo coagulante a la herida y lo vendaron. Después de hacerle beber un poco de agua, lo acostaron en su cama.

—Duerma un poco, mi lord. Ha perdido mucha sangre, así que debe descansar.

Jimin asintiódébilmente. Todavía era de tarde, por lo que el sol estaba alto en el cielo,pero no tenía energía para abrir los ojos. Jimin cayó en un profundo sueño.